Los niveles bajos de la inversión pública que aún prevalecen porque el gobierno federal no ha hecho nada por despejar la incertidumbre, y el entorno del proceso electoral, son algunos de los riesgos que mencionaron los miembros de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico).
Los niveles bajos de la inversión pública que aún prevalecen porque el gobierno federal no ha hecho nada por despejar la incertidumbre, y el entorno del proceso electoral, son algunos de los riesgos que mencionaron los miembros de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con el relato de la minuta número 84 de la reunión con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el pasado 13 de mayo, en la que por unanimidad se votó a favor de mantener la tasa de referencia en 4%, se expresó en lo general y en lo particular los riesgos para la inflación y la economía.
En presencia solamente del subsecretario de Hacienda, y Crédito Público (SHCP), Gabriel Yorio González, quien tiene voz, pero no voto, uno de los miembros del órgano colegiado del banco central, advirtió del peligro derivado del próximo proceso electoral por el retorno de un ambiente de aversión al riesgo.
La mayoría, mencionó entre otros riesgos a la baja, los asociados a la evolución de la pandemia y posibles retrasos en el programa de vacunación. Uno agregó la volatilidad en los mercados financieros y afectaciones en el suministro de insumos.
Cuatro de los cinco miembros de la junta de gobierno, resaltaron que la inversión sigue mostrando atonía.
Uno comentó que en febrero se ubicó 7.42% por debajo del nivel registrado a inicios de 2020 y que ha mostrado debilidad en su desempeño por varios años.
Otro recriminó que el gobierno no ha hecho lo suficiente para contrarrestar el sentimiento de incertidumbre que prevalece en el sector empresarial en torno al respeto al Estado de derecho, por lo que no se anticipa una recuperación vigorosa de la inversión.
Aunque la mayoría coincidió en que el balance de riesgos para el crecimiento ha mejorado y que ahora se encuentra más equilibrado.
Entre los riesgos al alza, mencionaron un posible aumento en la demanda externa, ante las mejores expectativas de crecimiento mundial.
Uno agregó la posibilidad de que se observen mayores ingresos por remesas. Añadió que la mayor demanda externa en combinación con el T-MEC podría estimular a la inversión.
Algunos destacaron la posibilidad de un mayor avance en el programa de vacunación.
La mayoría mencionó que la tenencia de bonos gubernamentales por parte de inversionistas extranjeros siguió reduciéndose. Algunos señalaron que estos han mostrado una mayor preferencia por activos de economías asiáticas.