Al mercado llegan familias principalmente de colonias del poniente y surponiente de Torreón. (EL SIGLO DE TORREÓN)
El Mercado Alianza, el más antiguo de la ciudad, sigue siendo el lugar preferido de cientos de familias que acuden para surtir su despensa y todos los días, incluyendo los domingos, se encuentra abarrotado.
Sus orígenes se remontan a 1893, cuando comenzaron a instalarse vendedores de frutas y verduras sobre la avenida Hidalgo, entre las calles Múzquiz y Ramos Arizpe, luego fue creciendo con más comerciantes hasta convertirse en lo que desde hace mucho tiempo es el Mercado Alianza.
Durante un recorrido de El Siglo de Torreón por el mercado, se aprecia que todavía es el lugar por excelencia de familias que viven en las colonias del poniente y surponiente de Torreón como La Durangueña, San Joaquín, La Constancia, Cerro de la Cruz, La Fe, la Polvorera y otras más donde nació la ciudad, aunque también llegan personas de colonias más retiradas.
El ambiente es el de siempre, muchas personas caminando en busca de los puestos donde encuentren más baratos los productos que requieren para la semana y que va desde carne de res, pollo, frutas, verduras, quesos, chicharrón, carnitas, manteca de puerco y decenas de productos más, pues en el Mercado Alianza se encuentra de todo.
Cuando pasa un hombre en evidente estado de ebriedad, tambaléandose por el mercado, no falta el comerciante que aproveche para gritar: "Mira nomás, qué tomates, qué tomates...que te emborrachates (sic)" y frases por el estilo para continuar con el buen ambiente.
Existen también desde hace decenas de años las huaracherías, que tienen mucha demanda sobre todo por parte de los danzantes o personas que les gusta usar ese tipo de calzado fresco.
Los precios de los productos son accesibles, ya que se puede encontrar, por ejemplo, la cebolla a 8 pesos por kilo, el tomate a 12 pesos, aguacate es más caro, a 48 pesos en promedio, y el plátano a 12 pesos o el chile ancho a 20 pesos.
Las calles donde se concentran más los clientes son la Viesca, así como las avenidas Hidalgo y Carranza, de la Viesca a la Múzquiz, donde se encuentra de todo.
Se pudo observar también que no son pocas las personas que ya no usan el cubrebocas, lo que puede provocar contagios de COVID-19 de manera más fácil por la cercanía entre las personas, toda vez que hay lugares muy reducidos donde circulan casi cara a cara.
Hay también vendedores ambulantes de ajo, cintos, gorditas de horno, lonches y gran variedad de productos que se comercializan fácil en el gran Mercado Alianza.