Chamanes, búhos gigantes, ayahuasca y laberintos prehispánicos, son las piezas clave para crear el videojuego perfecto. Al menos esa fue la fórmula con la que un grupo de jóvenes peruanos consiguió el éxito en el pasado ‘Game Jam’ de México, en donde la “innovación” y la “temática” fueron categorías donde la creatividad y cultura peruana destacaron. (ESPECIAL)
Chamanes, búhos gigantes, ayahuasca y laberintos prehispánicos, son las piezas clave para crear el videojuego perfecto. Al menos esa fue la fórmula con la que un grupo de jóvenes peruanos consiguió el éxito en el pasado ‘Game Jam’ de México, en donde la “innovación” y la “temática” fueron categorías donde la creatividad y cultura peruana destacaron.
"El Urcututo" y el "Lanzón Monolítico" fueron los videojuegos peruanos inspirados en mitos amazónicos y leyendas andinas, que resultaron premiados en el reciente 'Game Jam', concurso en donde participaron 30 proyectos de todo Latinoamérica los pasados 17 y 18 de abril, y que fue organizado por la Universidad Tecnológica de Monterrey, en México.
Alejandro Marticorena, diseñador de "Urcututo", y Brando Canchanya, co-creador de "Lanzón Monolítico", tuvieron sólo 24 horas para lograr esta hazaña, de la que conversaron con la Agencia Efe haciendo hincapié en la importancia que tiene para Perú conseguir estas distinciones.
"En esta 'Game Jam' de México tuvimos sólo 24 horas para poner el 100 % de nuestras capacidades. Fue un gran reto para nosotros", contó Marticorena, quien utilizó el mito del Urcututo, un búho gigante que ayudaba a los 'chamanes' (guías espirituales) de la Amazonía peruana.
Para Marticorena, utilizar estas historias ocultas del Perú les ayudó a diferenciarse en el concurso.
"Nosotros tomamos como referencia la historia del 'Urcututo' y le añadimos un lado espiritual, ya que el búho puede viajar por este plano y llevar diferentes elementos a los chamanes dentro del juego", sostuvo el autor, quien destaca la facilidad de los relatos mágicos de la selva para hacer un videojuego de aventura.
Mientras tanto para Canchanya, este concurso confirmó el gran potencial que tiene la cultura peruana para los videojuegos.
"El bagaje que tenemos es tan amplio, que es una mina de oro para explotar", expresó Canchanya.
Este diseñador peruano utilizó la documentación que se tiene sobre los Chavín, una cultura prehispánica que se desarrolló 400 años antes de Cristo, para recrear "el viaje" que tiene un chamán al momento de su iniciación y plasmarlo en un laberinto con diferentes niveles y retos que hacen del videojuego entretenido y original.
¿EL 'BOOM' DE VIDEOJUEGOS PERUANOS?
"Me da miedo que otras desarrolladoras de videojuegos se den cuenta del potencial que tienen las historias peruanas y se cree un "boom" de esto sin que estemos invitados", nos confiesa Canchanya, quien está convencido del potencial creativo en el Perú.
Sin embargo, pese a esta "mina de oro" que existe tanto en talento como inspiración, aún no hay empresas peruanas que apuesten por el desarrollo de videojuegos, por lo que probablemente estas ideas y potencial vayan a desarrolladoras de otros países.
"Los ingresos que generan los videojuegos son mucho mayor al combinado de la industria del cine, de la televisión y la música juntos. Así que dinero dentro de ésta industria hay y es abrumador", señala Canchanya.
La inversión para videojuegos en Perú y en general Latinoamérica es aún muy baja, y sin embargo hay muchos profesionales 'stand alone' que han logrado crear juegos realmente interesantes, pero si tuvieran la ayuda de algún 'publisher' de gran alcance, como Bethesda, Blizzard o Playstation, se podría generar un 'boom' creativo de videojuegos en todo Latinoamérica.
"Esa es una ventaja que el peruano tiene, el día de hoy nuestra cultura ya es valorada a nivel global de por sí", sostiene Canchanya.
POTENCIAL PERUANO A LA VISTA
El concurso Game Jam Monterrey no solo logró consolidar la creatividad peruana en el 'gaming', sino también abrir una oportunidad para jóvenes talentos que buscaban el espacio para desarrollar estas capacidades en tiempo record.
Tanto el equipo del 'Lanzón Monolítico', compuesto por Esteban Abanto, César Reyna, Brando Canchanya, Nyall Martel y Feco Ramírez; como el equipo desarrollador de 'Urcututo' conformado por Alejandro Maticorena, María Fernanda Flores, José Alcas, Rafael Cóndor y Alfonso Saravia; todos ellos son jóvenes egresados de la escuela de educación superior Toulouse Lautrec.
Para Renzo Guido, coordinador de la carrera de Diseño de Videojuegos y Entretenimiento Digital de Toulouse Lautrec, estos concursos "agilizan la mente" y "exige una coordinación más eficiente" en los futuros profesionales de videojuegos, que tienen que ponerse a prueba para trabajar en equipo y conocerse en poco tiempo.
La industria de los videojuegos sin duda es todavía un territorio inexplorado para el Perú, que intenta ganar un espacio gracias a que jóvenes profesionales logran comprobar su potencial y el potencial que guarda la cultura peruana para inspirar nuevos y originales videojuegos.
Chamanes, búhos gigantes, ayahuasca y laberintos prehispánicos, son las piezas clave para crear el videojuego perfecto. Al menos esa fue la fórmula con la que un grupo de jóvenes peruanos consiguió el éxito en el pasado ‘Game Jam’ de México, en donde la “innovación” y la “temática” fueron categorías donde la creatividad y cultura peruana destacaron. (ESPECIAL)