La ciudad de Monclova tuvo que luchar contra quienes, por ignorancia, paranoia o ideologías políticas erráticas, no creían en la enfermedad o en su peligrosidad y desafiaban las disposiciones de las autoridades sanitarias. Hoy en día el pueblo sale a las calles con mayor confianza. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Los días transcurren lánguidos, sofocantes y secos por el calor. La amenaza de muerte por coronavirus se desvanece deformada en ondas por el aire caliente de la ciudad. La capital del acero está en semáforo verde en el sistema de prevención anti-COVID-19 y la población se siente tranquila. La enfermedad que ha atacado a miles de monclovenses y ha cobrado más de mil muertes, hoy se percibe como algo lejano, distante, casi ajeno.
La ciudad ha realizado un gran esfuerzo para salir del hoyo sanitario en el que cayó. Tuvo que aplicar medidas extremas que funcionaron como la suspensión por casi dos meses de actividades productivas y comerciales no esenciales; el vivir en cuarentena, con horarios restringidos para centros comerciales, además de que los pocos negocios abiertos se acostumbraron al uso de medidas preventivas como cubrebocas, careta o goggles, sanitizantes en gel, en toallas de manos y en spray.
Monclova además tuvo que luchar contra quienes, por ignorancia, paranoia o ideologías políticas erráticas, no creían en la enfermedad o en su peligrosidad y desafiaban las disposiciones de las autoridades sanitarias. Hoy, después de tantas muertes, tantos contagios y tanto miedo, el pueblo sale a las calles más seguro y confiado.
Los negocios ya abrieron y ya hablan las autoridades de volver "casi" a la normalidad, con cines, parques, paseos públicos, el zoológico, tiendas, restaurantes, balnearios, salones, jardines y quintas para eventos sociales y demás negocios abiertos. Hasta el estadio Monclova se prepara para recibir a aficionados.
WUHAN DE MÉXICO
El epicentro de la pandemia inició en el Seguro Social de Monclova. La ciudad coahuilense fue llamada en marzo del 2020 como la Wuhan de la pandemia en México por el violento brote de la enfermedad. El Hospital General de Zona (HGZ) N° 7 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue la zona cero, el epicentro, donde se contagiaron y murieron médicos, enfermeras y pacientes, quienes esparcieron el virus a toda la ciudad.
El Paciente Cero, que trajo el virus a Monclova, lo habría adquirido en Chicago, Estados Unidos, en un viaje de trabajo en febrero o marzo del 2020. Se trataba de un operador de camiones de quinta rueda que llevó un cargamento a la unión americana, donde seguramente fue contagiado.
Pese a tener todos los síntomas visibles, no era "sospechoso" de portar la enfermedad mortal porque no había viajado a España, Italia o China, de acuerdo a los protocolos de salud implementados por el Gobierno federal, por lo que no era candidato a que se le hiciera la prueba COVID.
El operador de tractocamiones, de 42 años de edad y originario de Piedras Negras, ingresó el 15 de marzo de 2020 a la sala de urgencias del HGZ N°7 del IMSS con un cuadro respiratorio agudo que fue diagnosticado como neumonía.
Mientras el personal médico pedía al Seguro Social medidas de seguridad extremas porque el camionero presentaba todos los síntomas de coronavirus, la dirección del hospital se negaba a atender las exigencias de su personal, porque los manuales de control para contención de esa enfermedad señalaban que primero había que hacer un cuestionario al paciente, para saber si había viajado al extranjero (Europa o Asia), así que lo descartaron.
La Secretaría de Salud de Coahuila fue la que finalmente tomó una muestra clínica del Paciente Cero y la envió a su Laboratorio de Biología Molecular en Saltillo, donde se confirmó que el paciente portaba el virus SARS-CoV-2, también conocido como COVID-19.
La bomba explotó cuando el trabajador del volante murió después de estar intubado en la sala de Urgencias. Días después se confirmaron los primeros contagios; eran personal del IMSS. No pasó mucho tiempo para que médicos y enfermeras que atendieron al chofer murieran por la enfermedad, y el virus SARS-CoV-2 se propagó entre los profesionales de la salud, entre sus pacientes, sus familias y por extensión a toda la ciudad.
‘DONDE TERMINÓ LA CIENCIA, DIOS ME PERMITIÓ VIVIR’
El doctor Luis Méndez Méndez, único neumólogo del HGZ No. 7 del IMSS, no atendió al Paciente Cero que provocó el brote de coronavirus en el hospital, pero sí atendió a Wallas, el médico que cuidó del primer paciente con SARS-CoV-2 en Urgencias del IMSS. Méndez, hoy de 61 años, es originario de Monclova, cursó sus estudios médicos en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) en Torreón, de 1978 a 1985.
Entre 1989 y 1993 hizo su especialidad en neumología y regresó a Monclova, al Hospital General de Zona número 7 del Seguro Social, como médico especialista en el departamento de Medicina Interna.
No pudo salvar a su amigo y compañero de trabajo, Wallas, que murió el 31 de marzo, pocos días después que el chofer de Piedras Negras. "No estábamos preparados para esa situación. Yo atendía a los pacientes COVID con una bata normal y un cubrebocas de tela que no era el adecuado, y de ahí me iba a la consulta (externa de especialidad)."
Se sentía mal y comenzó a sospechar que estaba contagiado pero continuó trabajando. Cuando pasó el efecto del antigripal que tomó y la tos y la temperatura de 39 grados no bajaban, se preocupó. No querían hacerle el estudio clínico hasta que el director del IMSS ordenó que se lo realizaran.
Se hizo el examen entre el 26 y 27 de marzo y resultó positivo. Y fue entonces que se hizo la pregunta: "¿Quién me va a atender a mí?" Era el único especialista neumólogo y la enfermedad era nueva y nadie la conocía, solo se sabía que atacaba a los pulmones.
El 4 de octubre se internó con el apoyo económico de su cuenta de inversiones y la ayuda de su familia al Hospital Muguerza, en Monterrey, respaldado por dos amigos y maestros suyos de la especialidad de neumología.
Solo para ingresar tuvo que pagar un depósito de 85 mil pesos porque no contaba con seguro de gastos médicos mayores. Faltarían cubrir los días de hospitalización, estudios, pruebas, análisis, placas, materiales y medicamentos, y honorarios del personal médico y de enfermería que lo atenderían durante los 37 días que permaneció ahí.
"Me desaparecí (internado en Terapia Intensiva del Hospital Muguerza) como el 6 o 7 de abril. Ahorita estas fechas (del año pasado) estoy intubado. Estuve grave y me desahuciaron", dijo.
El jueves 23 de abril de 2020, al ver que su salud empeoraba, los médicos concluyeron que su muerte era cuestión de días u horas; le suspendieron todos los tratamientos médicos y decidieron desconectarlo del respirador artificial y del resto del equipo el domingo 26. Sorpresivamente, el sábado 25 comenzó a elevar su saturación de oxígeno rápidamente y empezaron a bajar los parámetros de la enfermedad.
Le realizaron entonces una traqueotomía para proteger su vía aérea de otras patologías. El criterio era practicar la traqueotomía únicamente si el paciente era viable para sobrevivir. Si no tiene posibilidades de salir adelante, no le ven el caso los médicos para realizarle el procedimiento quirúrgico en la garganta. El 11 de mayo de 2020 el hospital lo dio de alta, con una cuenta de gastos médicos de 4 millones de pesos, que bajó a 3.6 millones, que pagó con todos sus ahorros, préstamos y el apoyo económico de familiares.
Regresó a Monclova con 28 kilos menos, con dificultad para realizar actividades prolongadas porque inmediatamente se cansaba, y sin poder acudir a trabajar.
Se dirigió con una terapeuta para rehabilitación física. Necesitaba fortalecer sus músculos y sus pulmones. Y lo consiguió. Actualmente está laboralmente activo en el IMSS y en su consultorio privado. Sigue pagando la deuda que le generó su enfermedad y recuperación, pero espera iniciar sus trámites para jubilarse del IMSS en tres quincenas más.
Para el doctor Méndez fue Dios quien le dio otra oportunidad, porque fue desahuciado y tenía varios días sin recibir tratamiento cuando comenzó a recuperarse. Sostuvo que cuando "se acabó la ciencia quedó Dios" que fue quien lo salvó.
EL PACIENTE CERO NO FUE EL PRIMER CASO EN MONCLOVA
Aunque el brote de coronavirus en el Hospital del Seguro Social de Monclova lo generó el llamado Paciente Cero, que ingresó a Urgencias el 15 de marzo de 2021, hubo un caso positivo a COVID-19 previo en esta ciudad.
El jefe de la Jurisdicción Sanitaria 04 con cabecera en Monclova, Faustino Aguilar Arocha, reveló que el primer paciente diagnosticado como positivo a SARS-CoV-2 lo registra la Secretaría de Salud el 21 de marzo, que fue puesto en aislamiento en su casa. Sobrevivió y no generó contagios.
El operador del tractocamión, estuvo antes, entrando y saliendo a Urgencias del IMSS el mismo mes, y finalmente fue internado el 15 de marzo del año pasado, pero fue diagnosticado después del 21.
El Paciente Cero generó en el interior del hospital un brote de 21 personas infectadas, recordó Aguilar Arocha. De esa fecha al 15 de abril de 2021, un año y un mes después, Monclova ha registrado 7,183 contagios, lo que representa una incidencia de 2,857.8 casos por cada 100 mil habitantes, expuso el médico.
La letalidad del virus en la capital del acero asciende a un 10.8 por ciento, con un total de 1,048 muertes desde el inicio de la pandemia en Monclova. Tan solo de la Jurisdicción 04 de la Secretaría de Salud se registraron un total de 1,032 profesionales de la salud contagiados de COVID-19, de los cuales 255 son médicos; 490 son enfermeras; 232 de otros trabajos (Intendencia, cocina, recepción, etc.); más 37 laboratoristas y 18 dentistas.
INMUNIZADO, SOLO EL 8 POR CIENTO
A través de la campaña nacional contra el coronavirus, las autoridades sanitarias han aplicado 52 mil 978 vacunas, entre primeras y segundas dosis. Este domingo se aplicarán 19 mil 980 dosis de refuerzo a igual número de adultos mayores, precisó el jefe de la Jurisdicción Sanitaria.
Esta cantidad de vacunas dobles representan la inmunización de un total de 36 mil 479 monclovenses, entre personal de salud y adultos mayores, sostuvo Aguilar Arocha. El total de inoculados alcanza apenas el ocho por ciento de la población, expuso.
LA ECONOMÍA NO SE HA RECUPERADO
De febrero de 2020 a febrero de 2021 (última actualización de las estadísticas) se perdieron ocho mil empleos por la crisis y desaparecieron 220 empresas en Monclova, de acuerdo a datos oficiales del IMSS.
La recesión económica golpeó de manera muy fuerte la economía local porque coincidió con la crisis financiera de AHMSA, que dejó de pagar a sus proveedores, canceló contratos a sus prestadores de servicios y redujo su producción por falta de recursos económicos al 30 por ciento.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) perdió durante el 2020 la mitad de su membresía. Algunas constructoras enfrentan una aguda crisis por falta de ingresos, otras desaparecieron y una parte trabaja con pequeños contratos y subcontratos fuera de Monclova y del Estado. Raúl Flores González, miembro del Consejo del Instituto Mexicano del Seguro Social y presidente de CMIC Coahuila Centro, señaló lo anterior.
Durante la cresta más alta de contagios, la industria y el comercio local se detuvieron completamente: solo las empresas consideradas como "prioritarias" continuaron trabajando, el resto tuvo que cerrar durante un mes y dos semanas, indicó el entonces alcalde Jesús Alfredo Paredes López.
El hoy alcalde con licencia recordó que al inicio de la pandemia en Monclova, las autoridades y el personal de salud "desconocíamos muchas cosas del virus".
MEDIDAS EXTREMAS
Faltaba infraestructura de salud. Cuando inició el brote en Monclova, solo había 12 camas con tres ventiladores para atender pacientes con cuadros clínicos de neumonía, neumonía atípica o coronavirus.
La presidencia municipal convocó a los empresarios locales a apoyar al personal médico y de enfermería del Seguro Social después del brote mortal que SARS-CoV-2 que comenzó en Urgencias por el Paciente Cero.
Con el apoyo de empresas locales, el Ayuntamiento consiguió material especial para enfrentar este tipo de virus; Equipo de Protección Personal (EPP) para manejo de virus y bacterias que donó al IMSS.
Sin embargo, los overoles, guantes, botines, capuchas, cubrebocas N95, goggles y caretas no llegaban a los trabajadores, el Municipio obtuvo más material donado y lo entregó de manera personal a cada trabajador del IMSS, precisó Paredes López.
PRIMER SUBCOMITÉ DE SALUD
El Gobierno estatal, consciente de la grave situación creó un Comité Técnico de Salud, y en Monclova el alcalde convocó a los 12 municipios de la Región Centro para crear un Subcomité Técnico que trabajara a la par con el Estatal. Esta medida sería replicada casi de manera inmediata en las cuatro regiones restantes de la entidad.
Mediante negociaciones entre Estado y Federación, se hizo la reconversión de la Torre B de HGZ 7 a Torre COVID. Fue el primer hospital del país en transformarse para atender exclusivamente casos de la nueva enfermedad, indicó Paredes, quien destacó que también fue aquí donde se estableció el primer convenio en México, entre el IMSS y una Secretaría de Salud estatal, para derivarse enfermos entre sí para separar a los contagiados de los no infectados, y evitar que se esparciera más el virus.
Paredes recordó que cuando se registraron los picos más altos de contagios, se llegaron a tener ocupadas las 128 camas de la Torre COVID destinadas a pacientes graves con SARS-coV-2. Esto fue antes de que se incrementara la infraestructura hospitalaria.
Se levantaron tres nuevos hospitales en tiempo récord: el Amparo Pape móvil con recursos estatales para atender a los enfermos del IMSS derivados del convenio; el Moisés Itzkowich móvil para pacientes COVID en recuperación, instalado con recursos del sector privado y gubernamentales estatal y municipal; y el Hospital Cemex, proyecto de la iniciativa privada con el Gobierno federal, con el apoyo del Estado y del Ayuntamiento, junto a la Unidad de Medicina Familiar 86 del Seguro Social, para pacientes delicados de Coronavirus.
SE APLICAN MÁS MEDIDAS Y ESTRATEGIAS PREVENTIVAS
El Ayuntamiento, a través de un convenio con la Universidad Autónoma de Coahuila, instaló en la parte alta de la Infoteca un Call Center para recibir reportes de sospechas de COVID-19, atender y orientar a pacientes y auxiliar a enfermos de coronavirus. También integró equipos encargados de llevar alimentos preparados, despensas, medicamentos y un kit para control COVID consistente en cubrebocas, desinfectantes, guantes, termómetro y paracetamol a los hogares donde hubiera un enfermo con SARS-coV-2. El contenido del paquete era de acuerdo a las características de cada caso, brindando atención especial a adultos mayores y personas solas.
Las calles que unían a Monclova con Frontera fueron cerradas con maya ciclónica y solo se podía pasar por el bulevar Madero, donde el ayuntamiento instaló un filtro sanitario para tener el control del acceso a la ciudad de personas sin síntomas, recordó Paredes.
El Ayuntamiento creó la primer Policía COVID del norte del país, que se coordinó con Seguridad Pública, Inspectores de Ecología, de Alcoholes y de Protección Civil para vigilar que los comercios se mantuvieran cerrados, o en su caso abiertos pero cumpliendo las medidas sanitarias ordenadas por el Subcomité Técnico de Salud: horarios, reducción del aforo, uso de tapetes sanitarios, gel antibacterial para los clientes, uso obligatorio del cubrebocas para todos y de caretas o goggles para empleados que tienen contacto directo con la ciudadanía.
En su momento fue acusado el Ayuntamiento de tomar medidas radicales, pero "el tiempo nos dio la razón" sostuvo el alcalde con licencia. Estas acciones, dijo, permitieron que los índices de contagios bajaran exponencialmente.
Para el viernes 16 de abril de 2021, un año y un mes después del brote de la epidemia en Monclova, solo hay tres enfermos hospitalizados por COVID-19. Los números son bajos, el semáforo está en verde, y las medidas preventivas siguen vigentes, aunque un poco más laxas.
Paredes López expuso que "todavía la batalla no termina", mientras qie Agustín Ramos Pérez señaló que el uso de cubrebocas y demás material para evitar contagios se seguirá utilizando durante todo el 2021 y parte del 2022; el neumólogo Luis Méndez dijo por su parte que además de la ciencia y la medicina, que se debe aprovechar al máximo, "nos tenemos que acercar a Dios y permanecer siempre junto a Él".
Paredes indicó que este virus le dejó una importante enseñanza: trabajar en equipo, sin mirar niveles de gobierno, colores, partidos o ideologías políticas. Gracias a eso, sostuvo, cambió la situación de Monclova, de ser el centro de la pandemia a convertirse en una ciudad que es ejemplo en acciones contra la enfermedad, con los más bajos niveles de contagios y muertes.