Ideas que supieron dar el brinco a la pantalla. (INTERNET)
Las mejores obras de teatro son usualmente aquellas que saben aprovechar con maestría los elementos que distinguen este arte como puesta en escena; el escenario, los diálogos, los actores y hasta la dinámica que implica estar tan cerca del espectador, todo es parte de la experiencia que hace del teatro un espacio creativo único.
Llevar uno de estos proyectos al cine no es un camino sin sus retos, pues los elementos narrativos de uno y otro son totalmente diferentes. Algunos ejemplos que destacan y son recomendables, son estos:
Doubt
Fantástica historia sobre prejuicios, ética, valores, racismo y humanidad, en pantalla se las ingenia para dar un dinamismo con ritmo pese a los pocos escenarios y personajes, destacando en ello.
The Ides Of March
El drama político es un excelente trabajo que sabe retomar la obra original y nutrirla llegando al cine, que sigue a un secretario de prensa de un candidato, ante un escándalo que afectará su futuro.
In the Heights
La obra de Broadway se llena de música y energía también en la pantalla, gracias a que inyecta una energía en la producción que no se olvida de resaltar sus temas: solidaridad, cambio y crecimiento.
Journey's End
Concreta pero ilustrativa, además de bien trabajada, hay que notar el atinado detalle en producción. Trata de un grupo de soldados británicos, afectados por la crudeza de la Primera Guerra Mundial.
8 Femmes
Se siente en efecto como una obra de teatro en pantalla, pero no le afecta, ya que sabe mantener el misterio con ingenio. Gira alrededor del asesinato de un hombre y las 8 sospechosas del crimen.
Carnage
Su éxito radica en un buen ojo en dirección, grandiosos actores y un diálogo mordaz, crítico y que abarca muchos temas. Trata de dos parejas discutiendo por una pelea que hubo entre sus hijos.
The Riot Club
Se adentra a temas como los prejuicios, el poder, el dinero, la discriminación y hasta el machismo, a través de dos estudiantes de la universidad de Oxford que se unen a una sociedad secreta.
