Autoridades capitalinas y federales plantearon que no habrá despidos, sino reubicaciones, pero para el personal no hay certeza. (ARCHIVO)
Los llamaron héroes por combatir el COVID-19; ahora temen ser desempleados, con todo y que les dicen que no sucederá.
Alma, una enfermera contratada de forma temporal por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) ejemplifica la incertidumbre del sector, ahora que los indicadores cayeron y el semáforo verde está cerca.
En el primer pico de contagios logró entrar al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), renovaba contrato cada tres meses y ahora teme que el actual, con vigencia a junio, sea el último.
"Vivo con la incertidumbre de no saber si para julio voy a tener trabajo o voy a ser desemplea, no se vale. Escuchaba noticias y oía que el Presidente afirmaba de que todo el personal que estuviera ahorita en primera línea no se iba a quedar sin empleo y no lo está haciendo, porque a mis compañeros sí los han despedido y se quedan desempleados.
"Se hablaba de 3 mil empleados (adicionales) y ahorita ya nada más dijeron que somos mil y tantos", dice.
Antes de la pandemia, Alma ya había padecido la precariedad del sector salud. Al no reunir los 120 mil pesos que le pedía la Sección 12 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, nunca consiguió una plaza y fue despedida tras cinco años. Laboró en la informalidad, volvió al sistema con la pandemia... y ahora no tiene una alternativa.
Saúl López, otro enfermero, pero de la unidad temporal Citibanamex, cuenta que esta comenzó a ser desmantelada en abril y entonces su contrato con la Secretaría de Salud (Sedesa) capitalina no fue renovado. Ahora, puso un puesto de tortas con su esposa, en Iztapalapa.
Un jefe de departamento de la Sedesa explicó que los directivos solicitaron para fines de este mes listas de quiénes tuvieron el mejor desempeño para mantenerlos por honorarios, pero no les indicaron cuántos de ellos se prevé contratar.
En la etapa crítica, la CDMX llegó a tener unas 8 mil camas y 7 mil empleados de salud para atención de COVID-19.
Una de las enfermeras del ISSSTE, quien pidió omitir su nombre, explicó que de todo abril, sólo en cinco días no llegaron enfermos con síntomas o coronavirus confirmado. Hasta mermó la dotación de equipo de seguridad.