La Fiscalía de la ciudad tiene ocho carpetas de investigación abiertas contra Roemer.
Un juez ordenó la detención del escritor, filántropo y diplomático mexicano Andrés Roemer, acusado de abuso sexual y violación, informó la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
"Luego de diligencias, así como trabajos de gabinete y campo, realizados por personal de esta institución, el Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales solicitó y obtuvo de un Juez de Control, orden de aprehensión en contra de Andrés 'N'", expresó en un comunicado la Fiscalía.
La institución anunció que Roemer, a quien algunos medios ubican en Israel, es buscado por la Policía de Investigación "con la finalidad de ponerlo a disposición de la autoridad judicial que lo requirió".
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Se giró este miércoles una orden de aprehensión en su contraAdemás, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), perteneciente al Gobierno federal, informó que este mismo miércoles bloqueó las cuentas de Roemer a petición del Ministerio Público capitalino.
La Fiscalía de la ciudad tiene ocho carpetas de investigación abiertas contra Roemer e informó que está en contacto con las víctimas y que atenderá el caso con perspectiva de género.
En febrero pasado más de una decena de mujeres rompieron el silencio al acusar al escritor de abusos sexuales y comportamientos inapropiados en diversas ocasiones.
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Fiscalía de CDMX ha iniciado ocho carpetas de investigaciónEn un principio, Roemer negó "rotundamente" a través de Twitter la primera acusación, hecha por la bailarina Itzel Schnaas, pero, a medida que aumentó el número de denuncias, cerró sus cuentas en redes sociales.
La noticia llega después de que sucedieran diversas marchas y protestas feministas en la capital mexicana para exigir justicia para las mujeres de quienes presuntamente había abusado.
Incluso el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la casa del también filántropo fue blindada ante la posibilidad de que grupos feministas la vandalizaran.
Según las víctimas, el diplomático tenía un "modus operandi": con excusas laborales citaba a sus presuntas víctimas en su casa y después de un breve rato hablando de trabajo comenzaban los tocamientos e insinuaciones para, finalmente, en la mayoría de los casos, ofrecerles dinero.