La lucha libre es uno de los deportes más queridos por los laguneros, región en la que se han formado grandes nombres de gladiadores que han llevado el nombre de Torreón, Coahuila por todas partes, tal es el caso de Pimpinela Escarlata, el luchador exótico que entre brillos y lentejuelas se ha convertido en un referente no solamente de la lucha libre mexicana, sino también para la comunidad LGBT+. (CORTESIA)
La lucha libre es uno de los deportes más queridos por los laguneros, región en la que se han formado grandes nombres de gladiadores que han llevado el nombre de Torreón, Coahuila por todas partes, tal es el caso de Pimpinela Escarlata, el luchador exótico que entre brillos y lentejuelas se ha convertido en un referente no solamente de la lucha libre mexicana, sino también para la comunidad LGBT+.
Con gran entrega en el ring, según sus palabras, “nació para luchar”, pero no todo en la vida de Pimpi ha sido fácil, ya que un episodio marcó su infancia.
Según reveló para el medio digital Récord, Mario González Lozano fue abusado sexualmente, algo que explica que le quitó su felicidad, pero que a pesar de todo, logró sobreponerse ante las dificultades y logró una carrera como una figura prominente en los cuadriláteros de México.
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Busca ser el número uno a nivel internacionalPimpinela inició su carrera a los 16 años, pero todo comenzó desde que era niño, ya que cuando sus compañeros lo molestaban, él siempre se defendió, luego comenzó a ir a entrenar, comenzó como El Playboy enmascarado y posterior a eso como Pantera Rosa ya como exótico.
Sobre su orientación sexual, reveló para un especial del Canal Space que su papá se enteró de que es gay desde él tenía 12 años, por lo que lo corrieron de su casa y se fue a vivir durante 10 años a Ciudad Juárez de cocinero, en la obra, de mesero, con lo que pudiera sobrevivir.
Nadie esperaba que sería una gran estrella del deporte.
