El receptor Demarcus Robinson estaría disponible para el juego.
Las plantillas de Jefes de Kansas City y Bucaneros de Tampa Bay superaron una semana con sucesivos resultados negativos para COVID-19 y podrán afrontar con fuerza máxima el Super Bowl.
Los resultados ponen de nuevo en la lista de aptos al centro Daniel Kilgore y al receptor abierto reserva Demarcus Robinson, sospechosos ambos de haberse contagiado al tener un contacto cercano con el peluquero de los Jefes, quien dio positivo.
Antes de viajar a Tampa desde Kansas, ayer, la expedición de los Jefes fue sometida a nuevas pruebas PCR.
Los Bucaneros también sometieron a su nómina a exámenes.
Los dos equipos volverán a ser evaluados hoy por la mañana de cara al crucial partido.
Los Jefes se han resignado tras perder al tackle ofensivo Eric Fisher en el partido frente a los Cleveland Browns.
Los Jefes anunciaron que Fisher y el apoyador Willie Gay han sido colocados en la reserva de lesionados.