Debido a las condiciones climáticas en esta época del año, la población de moscas en la Región Lagunera suele incrementarse hasta 20 veces más, señaló Fabián García Espinoza, profesor investigador del departamento de Parasitología de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), campus Laguna. (JESÚS GALINDO)
Debido a las condiciones climáticas en esta época del año, la población de moscas en la Región Lagunera suele incrementarse hasta 20 veces más, señaló Fabián García Espinoza, profesor investigador del departamento de Parasitología de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), campus Laguna.
Las altas temperaturas favorecen su rápido desarrollo así como la humedad que han dejado las recientes lluvias y que vino a rehidratar la materia orgánica en descomposición (frutas, verduras y cadáveres) y que es el alimento de estos insectos voladores.
“En estos días hubo un periodo de lluvias y al haber humedad, siempre van a existir charcos y mala hierba que pueden permitir un ambiente idóneo para la crianza de las moscas, igual tiene que ver mucho con los tiraderos clandestinos de basura.
También hay lugares donde depositan animales que si bien a lo largo del año los cadáveres se van modificando, cuando hay lluvias esta materia orgánica se rehidrata y vuelve a estar disponible para que las moscas dejen sus huevos y las larvas proliferen con las temperaturas altas y se desarrollen más rápido”, explicó.
Dijo que cuando la temperatura alcanza en promedio los 25 grados centígrados, el ciclo de vida de la mosca doméstica tiene una duración desde el huevo hasta el adulto alrededor de 15 días. Sin embargo, al incrementarse la temperatura a más de 33 grados centígrados, el ciclo de vida se reduce a casi la mitad. “Es decir, podemos tener en corto tiempo un crecimiento exponencial de esta población de moscas y esto se debe básicamente a la humedad y a las temperaturas. Es una realidad que en estos días hemos tenido temperaturas altas, lo que hace que se eleve muy rápido el ritmo de crecimiento y por lo tanto la reproducción (de moscas) que podemos decir que aumenta de 0 a 10 o 20 veces más la población”, subrayó.
En este contexto, los tiraderos, los lugares clandestinos donde se depositan cadáveres de animales y los contenedores que se dejan abiertos una vez que se deposita la basura, se convierten en focos de atracción y reproducción de moscas.
La más común en La Laguna es la mosca doméstica que pertenece a la familia Muscidae y que se localiza en centros urbanos. Otras familias de moscas son Calliphoridae y Sarcophagidae.
En esta temporada, la recomendación que hace el investigador es reforzar las medidas sanitarias, sobre todo en la disposición de basura. Se sugiere que los contenedores estén cerrados para evitar focos de atención e infección, propiciar el uso de mosquiteros, retirar la hierba de los jardines y evitar encharcamientos de agua ya que pueden convertirse en una especie de abrevaderos.
“Las moscas en realidad no son malas, ellas como todos los organismos buscan lugares donde puedan alimentarse, refugiarse, dentro de las casas está fresco, entonces hay que propiciar el uso de mosquiteros porque las moscas van a buscar un lugar fresquito.
Las moscas en realidad ayudan a limpiar toda la suciedad que nosotros producimos, ellas van a encargarse de la degradación de la materia orgánica, entonces van a estar directamente relacionadas con nuestras actividades.
Tratemos de mantenerlas alejadas, tratemos de cubrir nuestros alimentos, tratemos de mantener nuestros hábitos de higiene, no llamen a la primera al control de plagas urbanas porque lo que va a hacer es rociarles veneno pero es un problema que va a seguir mientras las condiciones climáticas persistan, es decir, mientras haya humedad, temperatura y alimento, no importa cuantas veces rocíen de veneno su casa, las moscas van a persistir”, concluyó.