Las endorfinas de las madres se activan al ser estimuladas por la fragancia natural de su pequeño. (ESPECIAL)
Cuando pasamos por el área de bebés, la ropita se nos hace muy tierna, ya sea por sus colores o su tamaño, pero los recién nacidos tienen un olor tan peculiar que se vuelve adictivo.
Hay mamás que dicen amar el olor de la boca de su bebé al despertar ya que huele a “nada”, es un aroma tan inexplicable como el de los pequeñitos que van llegando al mundo.
Existen diferentes estudios que demuestran que el olor a bebe realmente es adictivo, es un aroma que se impregna en nuestro cerebro pero para las mamás es lo que puede ayudar a distinguir a su bebe de otro.
Su origen son los sobrantes del líquido amniótico y la vérnix caseosa (lo que recubre la piel al nacer), como los bebés no tienen glándulas sudoríparas activas no transpiran lo que resulta en olores agradables.
Las endorfinas de las madres se activan al ser estimuladas por la fragancia natural de su pequeño. La hormona de la felicidad es una droga natural, que provoca los mismos efectos que un drogadicto siente o una persona muy hambrienta come.
Se dice que el aroma que expiden los bebés, es para que sus papás se aseguren de que se mantengan alimentados, calientes y atendidos.
Activa sus instintos protectores, maternos y paternos al igual que los llenos de amor.