El hombre dijo que no tenía adónde ir y que se sentía seguro en el reclusorio. (INTERNET)
Osvaldo Alejandro Longobuco Calidoni, de 75 años, sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de una mujer hace más de cuatro décadas, se negó a su derecho de solicitar ser puesto en libertad, alegando que se sentía gusto en la cárcel, con un techo y comida seguros.
El recluso ingresó al penal de Sierra Chica, en Argentina, en 1979. Según el magistrado Alejandro Horacio Lago, de acuerdo con la ley, Longobuco Calidoni pudo solicitar su libertad en 2001, pero él nunca realizó el trámite, asegurando que no tenía a dónde ir, no estaba en contacto con su familia, no quería ir a un asilo y creí que la infraestructura de la cárcel era ‘buena’, recoge la agencia Ruptly.
“Esta circunstancia de encierro no se puede prolongar", expresó Lago sobre su decisión de dejar al hombre en libertad la semana pasada, a pesar de sus reclamos. El magistrado también solicitó a las instituciones encargadas de los servicios sociales, ayudar para evitar que Longobuco Calidoni se quede en la calle.