Intentos fallidos de retomar una grandeza que parecía segura. (INTERNET)
Una franquicia de cine tiene muchas formas para revitalizarse, renacer y recobrar fuerza; secuelas, reboots o el paso hacia otros formatos, de cine a televisión o viceversa, por ejemplo. Pero así como algunos intentos por abarcar más, son a veces fallidos, peor es cuando el intento de plano queda en el olvido. Estos son algunos ejemplos:
Power Rangers
Es extraño que una marca tan conocida y querida haya tenido un fracaso tan grande como lo fue esta película 2017, y no es porque sea particularmente mala, sólo, quizá, nada propositiva.
Ben-Hur
Si la gente recuerda la original, fue por el épico espectacular que traía la acción ambientada en una época pasada al primer plano. El reboot de 2016 no funcionó y pasó de mala a olvidable.
RoboCop
La película original era exagerada pero así hablaba críticamente sobre tecnología, humanidad y valores. Pero el remake de 2014 no sabe acoger ni su enfoque de sátira ni su acción divertida.
Robin Hood
Esta versión de 2018 no cumplió expectativas; con un tono más estrafalario y de acción casi cómica, no hubo encanto por el ágil guerrero peleando a favor de su gente, lo que la sepultó.
Point Break
La historia del agente del FBI infiltrado en una banda de surfistas con los que termina empatizando llegó a ser un hit de los 90. A diferencia de la versión de 2015, más estándar, más simplificada.
The Mummy
La trilogía estelarizada por Brendan Fraser encontró mejores resultados gracias a la iniciativa de su idea. Esta nueva versión en cambio, no encontró su identidad y no funcionó mucho en pantalla.
Evil Dead
La cinta original y sus secuelas fueron un momento importante para la historia del cine de terror, pero la nueva versión de 2013, por más que intentó darle un giro dramático serio, no logró nada.
Robin Hood
Ya en 2010 Ridley Scott había presentado su propia versión de este legendario personaje con Russell Crowe como protagonista. A pesar del gran elenco, la pobre aproximación fue una decepción.