Banqueros nacionales y extranjeros destacaron la incertidumbre que están generando las reformas de López Obrador. (EFE)
La incertidumbre económica causada por las nuevas reformas del Gobierno mexicano y el retraso en la campaña de vacunación, pese a la "solidez" financiera, centran las preocupaciones de los banqueros mexicanos al comenzar este jueves la Convención Bancaria.
La reunión anual de la Asociación de Bancos de México (ABM), que hace un año fue uno de los últimos eventos masivos, ahora se realiza de forma virtual con el tema "La banca como impulsor del desarrollo económico 2021" tras la contracción histórica de 8.2 % del PIB en 2020.
Los banqueros coincidieron en la urgencia de acelerar la vacunación en México, que apenas ha aplicado cerca de 3 millones de dosis, para superar la crisis derivada de la COVID-19, con más de 192,000 muertes y casi 2.15 millones de casos en el país, el tercero con más decesos en el mundo.
"Necesitamos avanzar un poco más en el programa de vacunación, necesitamos que el empleo se incremente, que haya una reactivación de ese lado", exhortó Carlos Rojo, vicepresidente de la ABM y director general de Grupo Financiero Interacciones.
SIN CERTEZA PARA LA INVERSIÓN
Banqueros nacionales y extranjeros destacaron la incertidumbre creada por las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador, como la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que se promulgó el martes para "rescatar" a la empresa del Estado del "saqueo" de las privadas y extranjeras.
"Lo peor que puede pasar a la inversión es la incertidumbre y por eso mismo sí sentimos en el gremio y compartimos la preocupación de que ante la duda la inversión se mantiene cautelosa", comentó Raúl Martínez-Ostos, director general de Barclays México.
El directivo expuso que la "banca ha participado de manera muy importante en el sector" eléctrico, que tras la reforma afrontará una revisión retroactiva de contratos para privilegiar a las plantas de combustibles fósiles de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Los banqueros también cuestionaron la reforma al Banco de México (Banxico) que impulsa el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para obligar al banco central a comprar dólares que la banca privada no pueda repatriar de las remesas, lo que lo pone en riesgo de lavado de dinero.
"Nos preocupa mucho el que se transfiera este riesgo residual a Banxico con el tema de los usos de los dólares en efectivo, y seguiremos muy pendientes", mencionó Adrián Otero, director general de Scotiabank.
Aun así, los empresarios coincidieron en la "solidez de la banca" al destacar que el crédito al sector privado solo se redujo un 4.3 % en 2020, mejor que en otras crisis y cerca de la mitad de la contracción del PIB.
"La banca está aquí para prestar y para apuntalar la recuperación de toda la demanda sana de crédito que estemos viendo", sostuvo Eduardo Osuna, vicepresidente y director general de BBVA México.
Pese a los reclamos del gremio, el presidente saliente de la ABM, Luis Niño de Rivera, destacó la "cercanía" con el Gobierno de López Obrador.
"Al presidente de la república en estos dos años no le hemos pedido, sino le ofrecemos; el planteamiento es trabajar juntos para levantar a México", declaró. Niño de Rivera resaltó la "consistencia" de López Obrador por la austeridad y estabilidad macroeconómica.
"La confianza en la política económica depende de la consistencia; el presidente de la república ha sido muy consistente entre lo que dijo en la campaña y como presidente electo, y lo que ha hecho desde que tomó posesión el 1 de diciembre de 2018", aseguró.
CRÉDITOS SIN PAGAR
El presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Juan Pablo Graf, dijo que debido al impacto de la pandemia de COVID-19, al cierre de enero, un monto total de 107 mil millones de pesos en créditos no se pagaron por parte de clientes de los bancos que resultaron afectados por la crisis económica, equivalente a 10 % del total de financiamientos que tuvieron apoyos por parte de las instituciones financieras.
Al participar en la inauguración de la edición 84 de la Convención Bancaria, el funcionario explicó que después de las medidas de diferimiento de pagos que aplicaron los bancos para aminorar el impacto de la contingencia sanitaria, los créditos más afectados han sido por pérdidas de empleos o cierre de negocios. “Al despertar, las carteras empezaron a configurarse en tres grupos de acreditados: quienes podían reactivar pagos sin ningún problema, quienes necesitaban algún tipo de revisión a las condiciones de pago o reestructura de sus créditos para no caer en incumplimiento y acreditados muy afectados que no iban a poder hacer frente a sus compromisos debido fundamentalmente a que perdieron el empleo o sus negocios cerraron”, explicó el funcionario.
Graf añadió que se han realizado alrededor de siete millones de reestructuras en créditos bancarios por un monto de 210 mil millones de pesos, de los cuales 53 % se beneficiaron de los programas previos de diferimiento de pagos.