La especie de sardina de agua dulce fue reportada por primera vez en 1981 en Ecuador, en una laguna de aguas negras del Yasuní (ESPECIAL)
Investigadores en Ecuador describieron el redescubrimiento de una especie de sardina de agua dulce en la Amazonía de Ecuador, después de 30 años sin constancia de su existencia, comunicó este viernes el Instituto Nacional de Biodiversidad del Ecuador (Inabio).
El hallazgo figura en un estudio del Inabio, de la Red Ecuatoriana de Ictiología (REI) y del Instituto Biósfera de la Universidad San Francisco de Quito, que han descrito a la sardina como de la especie Hemigrammus unilineatus (Characidae), encontrada en el Parque Nacional Yasuní, al este de Ecuador.
Esta especie fue descrita hace 163 años en los ríos de Trinidad y la evidencia científica demuestra que en Ecuador fue reportada por primera vez en 1981 en una laguna de aguas negras del Yasuní.
A partir de 1991 ningún estudio ha reportado explícitamente la presencia de esta especie en el país andino.
La investigación, publicada esta semana en la revista digital de biodiversidad CheckList, confirma la presencia de la especie en la Amazonía e incluyó un mapa de distribución del grupo.
Estos animales provienen de una familia de peces de agua dulce subtropical y tropical que abarca en la región 61 especies distribuidas en diferentes cuencas de ríos de la zona andina, catorce de los cuales tienen presencia en Ecuador.
Estos peces son pequeños y se alimentan, generalmente, de crustáceos, insectos y moluscos. Los machos, que crecen más, pueden alcanzar unos 5,3 centímetros de longitud.
La especie redescubierta tiene cinco dientes tricúspides en la premaxila interna, escamas que cubren la base de aleta caudal, una línea lateral incompleta, dos manchas humerales y una aleta anal con una banda negra oblicua.
Su descubrimiento después de tanto tiempo, según el INABIO, pudo deberse a que "la especie es rara de encontrar durante los muestreos", lo que puede llegar a "subestimar la riqueza de las especies".
Por esa razón, los científicos concluyen su investigación destacando que aún existen vacíos en el conocimiento de la Hemigrammus unilineatus, y de allí la importancia en continuar con el estudio de su evolución y ecología.