Tras los ataques en marzo de 2011 a Allende, Piedras Negras y otros municipios del norte de Coahuila que dejaron un saldo de más de 300 muertos y desaparecidos, familiares de las víctimas denunciaron los hechos al 14 Regimiento de Caballería en Múzquiz. (ARCHIVO)
Tras los ataques en marzo de 2011 a Allende, Piedras Negras y otros municipios del norte de Coahuila que dejaron un saldo de más de 300 muertos y desaparecidos, familiares de las víctimas denunciaron los hechos al 14 Regimiento de Caballería en Múzquiz.
Lo anterior condujo a que días posteriores a la denuncia varias dependencias militares fueron notificadas sobre lo ocurrido, entre ellas la Guarnición de Piedras Negras que estaba a cargo del actual titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el general Luis Cresencio Sandoval. Pese a ello, tanto las autoridades estatales y federales no actuaron.
De acuerdo a documentos obtenidos por la revista Proceso, en la última semana de marzo del 2011 los mandos de la Sexta Zona Militar con sede en Saltillo y la Guarnición de Piedras Negras fueron informados sobre los secuestros y asesinatos masivos cometidos por el grupo criminal de Los Zetas.
La masacre de Allende, donde según familiares de las víctimas, hubo más de 300 muertos o desaparecidos, se mantuvo oculta por casi dos años.
Tras la denuncia por un familiar de una de las víctimas, unidades del Ejército verificaron lo reportado y documentaron a sus superiores la existencia de "viviendas saqueadas, ranchos quemados y abandonados, casquillos percutidos, evidencia de dispararon de arma de fuego y vehículos incendiados".