En sobres y esparcida en la cabeza, fue como ayer se entregó la ceniza a los fieles en las iglesias católicas del municipio de Torreón, como parte del inicio de la temporada de Cuaresma que marca la etapa previa a la Semana Santa, donde se empieza a preparar durante 40 días a los cristianos para la Pascua: Pasión, muerte y resurrección de Jesús.
La modificación al rito del Miércoles de Ceniza se hizo con motivo de la pandemia del COVID-19 pues la intención era evitar el contacto físico, ya que representa un alto riesgo de transmisión del virus SARS-CoV-2.
Muy temprano, el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, ofició ayer la Santa Misa en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen.
El gesto simbólico de la imposición de ceniza en señal de penitencia fue diferente y no hubo multitudes de personas.
Monseñor primero se dirigió a todos los asistentes, diciendo para todos: "Conviértete y cree en el evangelio". Después se hizo una fila y a la distancia comenzó a esparcir las cenizas en la cabeza de los fieles y no marcó una cruz en la frente como tradicionalmente se acostumbra.
El obispo expresó que el Miércoles de Ceniza inicia en un ambiente de pandemia y agregó que "les decía yo que parece que estábamos en Cuaresma por todos los sacrificios, limitaciones y sufrimientos que ha implicado esta pandemia". La temporada de Cuaresma se trata de un tiempo de oración.