Un poco de ideas nuevas como para no volver las historias repetitivas. (INTERNET)
Innovar es importante sobre todo en el cine y especialmente cuando de sagas o franquicias se trata, porque una cinta no quiere ni debe repetir una misma fórmula, dado que ello la enfrentaría al reto de desgastarse y dejar de agradar.
Estas son algunas secuelas que decidieron renovarse y cambiar de género cinematográfico con respecto a su película original. A veces funcionó, otras, no tanto.
10 Cloverfield Lane
Hubo algo propositivo en la original dentro de su propio género de monstruos, acción, ciencia ficción y cinta de supervivencia. Para no repetir, la secuela opta por el suspenso y bien le funcionó la idea.
Thor: Ragnarok
Las primeras dos películas de Thor no son las más memorables, pero todo cambió con la tercera, que adoptó en serio el tono de comedia con aventura, dejando atrás el toque de drama e invasión.
28 Weeks Later
Si bien la película original es realmente magnífica dentro del género zombi, con un poco de crítica social a la violencia, la secuela se reinventa sabiamente ofreciendo un poco más de acción estándar.
Happy Death Day 2U
Le da el toque necesario para no ser completamente repetitiva consigo misma, así que mientras la original va en torno al misterio, la secuela se divierte más con su ciencia ficción, sin perder el toque.
Cars
De esos casos en que la secuela o secuelas parecen de sobra, la primera cinta es una importante lección sobre valores, mientras que las demás son aventuras ya exageradas, sin pretexto de existir.
The Chronicles Of Riddick
La secuela crece su mitología dejando de lado el relato de supervivencia y suspenso para entrar a la conspiración del poder. Funcionó, pero la saga mejoró cuando la tercera giró ahora a la acción.