Amigos y vecinos ya comienzan a desconfiar entre sí. (INTERNET)
Capraia, una pequeña isla italiana situada frente a la Toscana, a la que sólo puede accederse en barco, si el clima lo permite, está siendo el escenario de una serie de extraños robos, por lo que ahora toda su población, de 400 habitantes, se encuentra ‘bajo sospecha’.
El área total de la isla no supera los 19 kilómetros cuadrados y hasta 1986, dos tercios de su territorio estaban ocupados por una colonia correccional. El lugar dicen es usualmente tranquilo, pero últimamente se han reportado decenas de robos a casas y tiendas, que parecen meticulosamente planeados.
Los hechos están ocurriendo durante una temporada en la que no hay turistas, de lo contrario habría unos 4 mil habitantes en lugar de 400, por lo que los lugareños en su totalidad se encuentran actualmente en calidad de sospechosos.
La alcaldesa, Marida Bessi, dijo al periódico ‘Corriere della Sera’ que ya están apareciendo ‘grietas en la comunidad’, por lo general unida, con amigos y vecinos que se empiezan a mirar con desconfianza.
Durante el último robo, el ladrón, o ladrones, apagó la cámara de vigilancia en una tienda de tabacos y se llevó 60 mil euros, 1 millón 457 mil pesos, de la caja fuerte. En noviembre pasado, irrumpieron en la casa del vicealcalde, Fabio Mazzei, y robaron dinero y joyas que el funcionario escondía dentro de un mueble. "Esto es muy triste, porque se siente como si hubiera aparecido un ladrón en la familia. Atacaron el día correcto, ya que sabían que iba a visitar Pisa. Conocían muy bien la casa", comenta Mazzei.
Tres policías de la isla están a cargo de la investigación, sin embargo, no han logrado muchos avances dado que la cámara de vigilancia de la plaza principal de la localidad está rota. Por otra parte, la mayoría de los residentes guarda su dinero en casa, dado que el único banco local que había, cerró en 2020.