El día de San Valentín, celebrado el 14 de febrero en México, suele tener connotaciones muy diversas para las personas, especialmente tomando en cuenta la brecha generacional. (ARCHIVO)
El día de San Valentín, celebrado el 14 de febrero en México, suele tener connotaciones muy diversas para las personas, especialmente tomando en cuenta la brecha generacional.
Para los más jóvenes, según las autoras de Me clavó el visto: los jóvenes y las esperanzas del amor a partir de las nuevas tecnologías, los más jóvenes pertenecientes a la generación z, han socializado con una mirada más igualitaria, produciendo menos vínculos dependientes.
Toman más iniciativas con naturalidad, pagan cuentas por igual y terminan las relaciones donde no se sienten cómodos. Luchan por relaciones interpersonales más sanas que las de las generaciones pasadas.
Para los adolescentes, por ejemplo, la fidelidad y compromiso no es un problema. Suelen ser monógamos seriales; pueden llegar a tener varias parejas en un año pero no al mismo tiempo . Además, un aspecto muy importante es el relato de la fidelidad en redes sociales.
La forma en la que socializan con los demás contactos, y cómo se comunican públicamente como pareja. Los likes, comentarios, etiquetas o incluso si se comparten las contraseñas o patrones para desbloquear el celular.
El amor entre centennial tiene códigos a seguir, si están online y no contesta es una señal, si reacciona a las fotografías de otras personas, no comenta mis publicaciones, entre otros aspectos. Es una generación que tiene una noción de control. La inmediatez de las redes disminuyó el umbral de espera y aumentó la sensación de poder sobre el otro.
Sin embargo, otro de los aspectos que debemos mencionar, es que los centennials que han entrado al ámbito laboral, si bien forman parte de esto, y tienen las mismas tendencias, su necesidades por la independencia los ha llevado a vivir San Valentín (y en general su vida), de otra forma.
Según relatan tres colaboradoras de la revista Vogue, pertenecientes a la generación Z, cada una de ellas viviendo en contextos socioculturales distintos (India, Rusia y Reino Unido), concluyen que aunque San Valentín sigue latente, ya no se vive de la misma forma que marcó paradigmas incluso en el cine y en la música.
Tenemos que si bien antes se consideraba el día del “amor y la amistad”,siempre iba por delante el amor de pareja. El día de hoy no necesariamente se celebra desde una perspectiva romántica.
La generación Z ve esta celebración como una oportunidad de demostrar a sus seres queridos que los quieren, y puede ir desde una cena hasta una noche de Netflix con amigas.
Esa escena en la película “Día de San Valentín”, donde la chica conquista al chico y realizan un paseo romántico en un carruaje, mientras otra soltera llora mientras toma un vino y come una gran caja de chocolates, ya no forma parte de la vida de los centennials.
Aunado a lo dicho anteriormente, los centennial se toman con seriedad sus relaciones, por ello sólo deciden involucrarse en una estando seguros de que lo desean. San Valentín es una fecha importante desde la perspectiva de darle peso y validez a una situación. Si no son pareja y “sólo salen”, pasarlo juntos no parece una opción.
Una de las colaboradoras de Vogue expresó “prefiero pasar el día con mis amigos cercanos, y no con un chico de Tinder”.
