Señalan que los obligan a trabajar horas extras, pero no se las quieren pagar. (EFE)
La construcción de la nueva refinería de Dos Bocas está comprometida.
Trabajadores de la empresa ICA Flour contratados para la construcción de la obra emblemática de refinación del sexenio, iniciaron un paro para exigir mejores condiciones laborales y crear un nuevo sindicato que salga en su defensa.
Funcionarios de alto nivel del sector energético confirmaron que son alrededor de 200 trabajadores de la empresa constructora mexicana ICA Flour, que fue uno de los primeros contratistas en obtener uno de los primeros seis paquetes de licitación para el nuevo complejo, piden mejores salarios, el pago de horas extras, así como mayor seguridad, equipos de protección y mejores prestaciones, pues señalan que los obligan a trabajar horas extras, pero no se las quieren pagar.
A través de redes sociales, los trabajadores denunciaron las pésimas condiciones en que trabajan.
Los videos difundidos por los propios empelados de ICA Flour muestran que algunos de ellos empezaron a retirarse y se niegan a volver hasta no se resuelvan sus demandas y otros cerraron accesos al complejo.
De acuerdo con medios locales, elementos de la Secretaría de Marina (Semar) arribaron a las instalaciones de la nueva refinería para tomar el control de algunas plantas y no afectar el programa de trabajo.
Hasta el momento, la Secretaría de Energía (Sener), encargada del proyecto no ha emitido ninguna postura oficial sobre la situación de la refinería.
Este es el segundo paro de trabajadores que construyen la refinería de Dos Bocas en lo que va de este año, el primero se presentó en el mes de febrero, que incluso llegó a las agresiones y la exigencia en aquella ocasión eran las mismas: mejores condiciones laborales y el pago de las horas extras que laboran.
Después de varias horas, los trabajadores decidieron regresar a sus labores, pero un grupo de 300 de ellos continúan con sus exigencias.
El presidente Andrés Manuel López Obrador comprometió que la obra quedará lista el próximo 22 de julio del 2022.
En su Tercer Informe de Gobierno, Sener asegura que la obra fue diseñada para incrementar la elaboración de productos de mayor valor agregado en el país, cuidar la balanza comercial e impulsar el desarrollo económico y social.
La refinería tendrá una capacidad de proceso de 340 mil barriles diarios de crudo pesado tipo Maya con una configuración de coquización diseñada para maximizar la producción de refinados de alto valor económico, con lo que, en conjunto con las otras seis refinerías del país, se busca alcanzar la autosuficiencia energética, al incrementar la oferta de gasolina y diésel en más de 290 mil barriles diarios, reduciendo así la importación de estos combustibles.
El estimado de costo es de 8 mil 918.5 millones de dólares y a junio se han devengado 4 mil 884.6 millones de dólares, entre ingenierías básicas, estudios, "mejoramiento de suelos", adecuación del sitio, adquisición de equipo crítico de largo tiempo de fabricación y plantas modulares, fabricación del sistema de almacenamiento e ingeniería de detalle.
Detallo que el avance general de la obra son los siguientes es de 33%.