El recuento de víctimas de un ataque hutí con misiles y drones este domingo contra una base militar aérea del sur del Yemen, bajo control de los independentistas sureños, ha subido al menos a 33 soldados muertos y más de 60 heridos, informó a Efe una fuente de los servicios médicos. (ARCHIVO)
El recuento de víctimas de un ataque hutí con misiles y drones este domingo contra una base militar aérea del sur del Yemen, bajo control de los independentistas sureños, ha subido al menos a 33 soldados muertos y más de 60 heridos, informó a Efe una fuente de los servicios médicos.
El informante indicó que la morgue del hospital de Ibn Jaldún, en la provincia de Lahj, en el sur del país, recibió los cuerpos de 33 militares muertos en el ataque y que más de 60 estaban siendo atendidos en otros hospitales de la cercana Aden, capital provisional del Gobierno yemení internacionalmente reconocido.
Una fuente militar dijo que el ataque de los rebeldes hutíes tuvo como objetivos una entrenamiento matutino y un barracón que servía de dormitorio a los soldados en la base de Al Anad.
Este complejo militar se encuentra en Lahj unos 60 kilómetros al norte de Aden, la ciudad portuaria donde tiene su sede el Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, asilado en Arabia Saudí, después de que Saná fuera tomada por los hutíes, en 2014.
Esta misma base ya sufrió un ataque similar por parte de los rebeldes hutíes en agosto de 2019 en el que murieron 36 combatientes del Consejo Transitorio Sureño (CTS).
Aunque el CTS está apoyado por Emiratos Árabes Unidos y estuvo enfrentando al Ejecutivo de Hadi hasta el año pasado, cuando se integró en un gobierno de coalición, Lahj está controlada por las fuerzas gubernamentales apoyadas por Arabia Saudí, que encabeza una coalición de países árabes en apoyo del presidente reconocido internacionalmente.
La guerra en el Yemen estalló después de que los hutíes conquistaran amplias zonas del norte y el oeste del país en 2014 y se internacionalizó en 2015 con la intervención de una coalición de países árabes liderada por Arabia Saudí en apoyo del Gobierno de Hadi, provocando una de las mayores catástrofes humanitarias del planeta, según la ONU.
Pese a que desde principios de año, tras la retirada del apoyo de Estados Unidos a la coalición árabe, el Gobierno reconocido yemení y Riad han intentado sellar una tregua con los hutíes, este movimiento chií respaldado por Irán sigue intentando avanzar en distintos frentes y lanza continuos ataques con drones y misiles contra territorio saudí.