Aproximadamente un millón de adultos mayores tiene alzheimer en México y su cuidado recae en la familia, pues sólo un 1 por ciento recibe atención en instituciones, afirmó Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto Nacional de Geriatría (INGer). (ESPECIAL)
Aproximadamente un millón de adultos mayores tiene alzheimer en México y su cuidado recae en la familia, pues sólo un 1 por ciento recibe atención en instituciones, afirmó Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director del Instituto Nacional de Geriatría (INGer).
Sin embargo, aclaró el especialista, ahora se sabe que la institucionalización de los pacientes tampoco es la respuesta, pues no significa ninguna ventaja para ellos. Lo anterior según el diario Reforma.
“Esa no es la solución. Nos queda claro que no debemos seguir por ese camino”, indicó, en el marco del Día Mundial del Alzheimer, que se conmemora hoy.
Gutiérrez Robledo detalló que el país cuenta con alrededor de mil 500 casas dedicadas a atender a adultos mayores, y ahí residen entre 20 mil y 25 mil personas.
El problema, dijo, es que las familias tampoco cuentan con las herramientas para atender a los familiares con alzheimer o carecen de apoyo.
Explicó que durante la pandemia, las residencias para adultos mayores se convirtieron en trampas mortales. Por ejemplo, al inicio de la pandemia de COVID-19, en Inglaterra, las personas que habían estado hospitalizadas convalecían en las casas hogar y diseminaron la infección.
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País acumuló más de 3 millones 573 mil casos positivos“Hubo una mortandad tan importante, que la mitad de todas las muertes que ocurrieron el primer año, ocurrieron en casa de personas mayores en el mundo”, señaló.
El especialista aseguró que en México no se ha medido el impacto de la epidemia de COVID-19 y los pacientes con alzheimer.
“Observado lo que ha sucedido en el mundo en general, y a través de la experiencia cercana que he tenido con mis propios pacientes, sí sé que la pandemia ha tenido saldo negativo a través del confinamiento y la pérdida de la estimulación cognoscitiva.
“Al verse confinados y perder toda la interacción social que debería tener, se acelera, naturalmente, el deterioro”, señaló.
Actualmente, en 10 minutos es posible diagnosticar un caso sospechoso de alzheimer, sin embargo, más del 90 ciento de los casos se detecta de manera tardía, es decir, cuando la persona ya no es capaz de tomar ningún tipo de decisión, indicó Gutiérrez Robledo.
El experto aseguró que la enfermedad puede gestarse hasta 30 años antes de que empiece a manifestarse; el problema es que pasa inadvertida y sólo se detecta hasta que es muy obvia y empieza a causar problemas de salud.
“Generalmente se hace el diagnóstico cuando la persona no es capaz de tomar ningún tipo de decisión”, señaló el director del Instituto Nacional de Geriatría.
Indicó que lo ideal es identificar a las personas que se encuentran en situación de riesgo, porque mientras más temprano se identifique es más fácil modificar la trayectoria y retrasar la aparición de la enfermedad.