La edad de don José no es impedimento para distraerse fabricado escobas y trapeadores.
El señor José Monsiváis Vera de 86 años oriundo del ejido Tacuba de San Pedro aún se mantiene activo fabricando escobas y trapeadores en su viejo taller, "Si no hago nada me tullo", externó.
El oficio lo aprendió hace muchos años, pues las autoridades municipales organizaron talleres de capacitación para aprender diversos oficios, en el salón ejidal.
Las primeras escobas que elaboraba José las vendía en cuatro pesos, actualmente las ofrece en 50 pesos y los trapeadores en 60; si utiliza hilo de mayor calidad los vende hasta en 100 pesos, dependiendo del tamaño.
RELATO
Don José, como lo conocen en la comunidad, compartió que tiene una parcela, de la cual ahora se hacen cargos sus hijos (dos varones y dos mujeres) en donde produce nogal, una hectárea y media está destinada para sembrar la espiga, de la cual una parte la aprovecha para las escobas y otra la vende a compradores que llegan de Cadereita, Nuevo León o de Matamoros, Coahuila, por la que recibe un pago de 1.50 pesos el kilogramo, por eso dice le sale mejor hacer las escobas, ya que al día elabora cuatro.
La producción de espiga le rinde alrededor de ocho toneladas, pero son dos cortes; el segundo es menor el rendimiento, pues al no tener la suficiente agua baja el volumen y calidad de la producción, así que insiste en que le "saca más a las escobas".
"Estas escobas yo las vendo en 50 pesos y ¡vuelan! por que en San Pedro cuestan de 120 a 150 pesos y nomas porque están pintadas, pero de todos modos yo tengo mis clientes o si no mi hijo las vende en su tienda".
Vive en casa de uno de sus hijos, quien incluso tiene una miscelánea que es donde ofrece parte de las escobas y trapeadores que fabrica. Platicó que su día empieza alrededor de las 7:30 u 8:00 horas y entre las 9:30 y 10:00 de la mañana desayuna, luego se dirige al pequeño taller, que en realidad sólo es un tejaban elaborado de postes de madera y cubierto de hule, ubicado al fondo del patio.
SU DÍA A DÍA
Mientras trabaja le "hace ruido" una vieja grabadora en la que sintoniza estaciones de música ranchera. También sintoniza las noticias, en particular le gustan las que transmiten en una reconocida estación, "está buena la política", dijo.
Del taller se retira pasadas las dos de la tarde, reposa un poquito para luego comer y después de las seis de la tarde se dirige a donde se encuentra el viejo edificio de la escuela, donde se reúnen los señores de avanzada edad para platicar.
"Lo hago para distraerme, por que, si nomás me la paso ahí sentado, al rato ya no voy a poder ni moverme, ya estuviera todo enfermo. Yo todavía camino, aunque ando al pacito y todavía tengo fuerzas para seguir haciendo mis escobas, es un dinerito que me cae extra, por que si me quedo sin hacer nada, ¿Quién me lo da?.