(STEPHANIE LECOCQ / EFE)
El canciller alemán, Olaf Scholz, mantuvo el jueves su reticencia a la imposición de un tope al precio del gas a nivel europeo a su llegada a la cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) y abogó por el contrario por mejorar la "coordinación".
Todos los países han de actuar en conjunto para bajar los precios en el mercado global, señaló en Bruselas, lo que pasa por coordinarse con otros compradores, como Corea del Sur y Japón y con los aliados del club de naciones industrializadas del G7 que son proveedores.
"Hay que hablar de esto. Son instrumentos que se deben debatir de forma intensa porque tienen que funcionar. Nadie quiere quedarse sin gas", dijo el canciller.
Agregó que hay que debatir cómo bajar los precios y mantener al mismo tiempo un suministro suficiente, en referencia a la posibilidad de que un tope europeo aleje a los proveedores en busca de clientes dispuestos a pagar más.
No obstante, entre las propuestas realizadas al respecto por la Comisión Europea (CE), Scholz destacó la importante "contribución" que supondría la eliminación de los obstáculos legales para que las empresas que compran gas de forma privada puedan coordinarse entre sí.
El canciller reiteró además su oposición a la asunción de nueva deuda a nivel comunitario para paliar los efectos de la crisis energética y recordó que todavía hay recursos movilizados para el fondo de recuperación contra la pandemia que no se han invertido.
"Normalmente los programas coyunturales entran en efecto cuando las crisis han pasado. Ahora por desgracia a la pandemia de COVID-19 le ha seguido la guerra de agresión rusa contra Ucrania, pero los recursos ya están ahí", indicó.
Scholz se defendió además de las acusaciones de falta de solidaridad por el programa de ayudas a ciudadanos y empresas por valor de 200 mil millones de euros anunciado por su Gobierno, con el que se impondrá un tope al precio del gas a nivel nacional y que según sus detractores podría distorsionar el mercado europeo.
El canciller indicó que, si se tiene en cuenta que los subsidios se repartirán en tres años, la iniciativa de su Ejecutivo es similar a las que han implementado países como Francia, Italia o España para apoyar a sus ciudadanos.
Subrayó además que Alemania es el país de la UE "que más apoyo presta", puesto que aporta el 26 % del presupuesto comunitario.