(ESPECIAL)
Al cierre del tercer trimestre del año, los siete mayores bancos del país se han visto beneficiados por el incremento en las tasas de interés y por un buen desempeño en la colocación de crédito, de manera que 2022 se perfila para lograr una nueva marca histórica en ganancias.
De acuerdo con sus reportes financieros correspondientes al tercer trimestre del año, BBVA México, Banorte, Santander, CitiBanamex, HSBC, Scotiabank e Inbursa alcanzaron ganancias por 166 mil 634 millones de pesos, un aumento de 29% contra el mismo periodo de 2021. Los datos dados a conocer hace unos días por las principales instituciones financieras muestran una buena colocación de crédito, principalmente en consumo, por lo que al momento no se ha reflejado el impacto directo de tasas en la demanda de los clientes por tarjetas de crédito, personales, y préstamos de nómina, entre otros.
El entorno de tasas altas que vive la economía mexicana como respuesta del Banco de México (Banxico) para enfrentar la alta inflación crea un escenario beneficioso para bancos en sus utilidades, dijo el economista en jefe de Valmex, Víctor Ceja. Ese panorama favorable puede ampliarse si se alcanza el máximo en la tasa de referencia del banco central, actualmente en 9.25%, pero que algunos analistas han situado hasta en 11% para los próximos meses.
"Lo que hay que ver es la diferencia entre tasas pasivas y activas. Los bancos, en promedio, pagan entre 2% y 5%, mientras que las tasas activas se ubican en 9.25%, si consideramos la tasa de fondeo", explicó. "Hay un diferencial a favor de los bancos de siete puntos porcentuales y se puede incrementar más, considerando que nuestro estimado al cierre de año está entre 10.70% y 10.75%, sin descartar ajustes hasta 11%. El diferencial que ayuda a las ganancias de los bancos se va a ampliar y las utilidades pueden ser mayores", explicó.
SIN IMPACTO EN EL CRÉDITO
De acuerdo con Ceja, las elevadas tasas de interés de Banxico tienen poco impacto en la colocación de crédito, ante la baja bancarización y acceso a financiamiento informal en el país. "En México, la bancarización y el uso de crédito son bajos y, en buena parte, el financiamiento es informal, a través de préstamos con familiares o amigos. La CNBV halló que 40% de la población adulta usa de esta forma el crédito y apenas 30% lo hace con instrumentos formales. Esto refleja por qué no hay impacto en el crédito cuando suben las tasas de interés", señaló.
Además, las perspectivas pesimistas sobre el desempeño de la economía mexicana en 2023 tendrían un impacto mayor en el comportamiento del crédito, por lo que es factible esperar una menor colocación por parte de las instituciones bancarias. "Hacia adelante habrá un efecto negativo en el crédito, no por el alza en la tasa de interés, sino más por el bajo crecimiento que se espera en los próximos meses, en caso de que haya una desaceleración abrupta de la economía mexicana", dijo.
OTROS INGRESOS
Hubo varios factores que favorecieron los resultados financieros de los bancos en el tercer trimestre del año. "En general, el incremento en tasas de interés ha sido benéfico para las instituciones, pero en algunos casos hay rubros de la cartera crediticia lejos de los niveles que tenían previo a la pandemia, por lo que tienen margen para seguir creciendo para préstamos", coincidió James Salazar, subdirector de análisis económico y bursátil de CIBanco.
Por otra parte, los bancos han aprovechado otros ingresos, como la parte de trading, en donde la operación del día a día, considerando la volatilidad en los mercados financieros, les ha permitido obtener recursos adicionales, agregó.
Asimismo, la base favoreció porque en la segunda mitad del año pasado México enfrentó una fuerte desaceleración económica a causa de las variantes delta y ómicron del COVID-19, así como por la eliminación del outsourcing, afirmó Salazar. A ello se suma que los niveles de morosidad no se han incrementado, hay mejora en el mercado laboral y eso ha permitido que la mayoría de los deudores cumplan sus obligaciones.
Sin embargo, Salazar reconoció que los bancos no necesariamente cumplieron con todas las expectativas. Si se observan los resultados en términos de ingresos, se esperaba un incremento de 45% y al final fue de 38.6%. También en beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) se esperaba un alza de 40.8% y al final fue de 24.9%.