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El presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó el que los ciber activistas de Guacamaya hayan hackeado y robado seis terabytes de documentos con información sensible a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
"Hace poco hackearon los archivos de la Sedena y decían que venía un bombazo con toda esa información, y que se iba a caer el gobierno. ¿Qué creen que fue lo más importante de toda esa información, cuál fue el bombazo? Que estaba yo enfermo, pues claro que tengo achaques, ya estoy chocheando, esa fue la gran nota", refirió.
Ayer, durante la inauguración de la ampliación a cuatro carriles de la autopista La Pera-Cuautla, el presidente López Obrador dijo que aún con "achaques" y el cóctel de pastillas que debe tomar, tiene fuerza para hacer giras por el país.
El discurso de minimización se ha mantenido pese a las masacres registradas este fin de semana, y que lastran la estrategia de seguridad del Gobierno de la 4T.
A inicios de la semana pasada, en Irapuato se registró una masacre en un bar denominado "El Pantano", donde 12 personas perdieron la vida.
Tras el ataque armado, los vecinos aledaños al centro botanero se encerraron en sus casas y se negaron a atender a los policías que indagaban en la zona.
Por su parte, en Jalisco, se registró un tiroteo en un restaurante de la cadena Sonora Grill, mismo que terminó en el asesinato de Salvador Llamas Urbina, director del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Puerto Vallarta y dos personas más.
Autoridades de la Fiscalía General de Jalisco ligan muerte de Salvador Llamas a una reunión que sostuvo con miembros del crimen organizado.