Cultura Columnas Cultura Literatura

Annie Ernaux

Annie Ernaux, un Nobel de escritura personal, social y política

Emplea la máscara de la ficción como una ventana de libertad

(AGENCIAS)

(AGENCIAS)

SAÚL RODRÍGUEZ

Su escritura es política, pero no escribe para obtener una recompensa. Annie Ernaux redacta para “vengar a su raza”, para cumplir con su deber, pero también se sincera y devela que encuentra en la literatura un auxilio. El amor, la denuncia y la autobiografía son algunos pilares de su prosa, edificada en más de una veintena de publicaciones.

La Academia Sueca rompió el silencio en Estocolmo este jueves 6 de octubre. Tras el manejo de nombres que lectores de todo el mundo habían postulado en las últimas semanas, el rostro del Premio Nobel de Literatura 2022 fue revelado: “Annie Ernaux, por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, extrañamientos y restricciones colectivas de la memoria personal”, señaló la institución en su mensaje.

El mundo la recibió en el seno de una familia sin tradición intelectual, en Lillebonne (Normandía), Francia, el 1 de septiembre de 1940, mismo año en que André Breton publicó Antología del humor negro y en que los Premios Nobel se suspendieron a causa de la Segunda Guerra Mundial. Annie Ernaux nació en un clima bélico, con Francia siendo invadida por los alemanes y la corriente de un pensamiento existencialista a punto de germinar.

En una entrevista otorgada a la Revista de la Universidad de México, realizada por su traductora Lydia Vázquez Jiménez, la autora comentó disentir de la vocación y ser más creyente de las casualidades. Esas casualidades de la vida fueron las causantes de que se hiciera escritora. La imagen de su infancia le arroja una niña frágil, enfermiza, tejiendo amistad con los libros desde que aprendió a leer (tiene gran influencia de su madre, a quien define como una ávida lectora).

A los 16 años comenzó a llevar un diario íntimo consigo. En él plasmó anécdotas y sus primeros ejercicios poéticos. Al cumplir 20 sintió la necesidad de escribir una novela. En ese entonces habían pasado los dos años “más negros” de su vida, mismos que fueron combustible para escribir Memoria de chica. Esa novela es su estrella, dice, el faro que la ha guiado.

En sus inicios, Ernaux no fue exenta al rechazo de editores. Se desempeñó como profesora, se casó, tuvo familia y sus escapes ante el cuaderno se limitaron a intentos durante las vacaciones escolares. Hace el conteo, fueron ocho años donde se determinó la temática íntima y social de su escritura. En 1974, por fin pudo publicar Los armarios vacíos, su primera novela bajo el sello editorial de Gallimard.

Esta primera publicación muestra cómo la autora emplea la máscara de la ficción como una ventana de libertad. La protagonista recuerda su infancia y adolescencia mientras aborta en su cuarto de estudiante. Pero allí también habitan elementos reales para Ernaux: el café y la tienda de abarrotes de sus padres, el colegio religioso y el aborto vivido en carne propia. La ficción le permitió hablar de todo eso, manteniendo el tono con el que las ideas la habían abordado.

En su obra también confluyen dedicatorias a su familia: habla a partir de su madre, de su padre, de su hermana desaparecida. Gran parte de sus libros parten de algo inconfesable; es decir, algo que puede expresarse, pero que es propenso a exponerse ante la vergüenza. Su proyecto supone la realidad contenida en un instante. Se vale de la memoria, fotografías, cartas. Vaciarse une los fragmentos de aquellos sucesos que atravesaron su vida.

Otros de sus libros relevantes pueden ser El lugar (1983), Una mujer (1988), El acontecimiento (2015), La vergüenza (1999), Pura pasión (1993), Los años (2019), La ocupación (2022) y La mujer helada (2015), entre otros.

Ernaux se considera mujer de izquierda y ha apoyado el movimiento feminista en su país. Coloca en primer plano la lucha contra la injusticia y la desigualdad social. Ser intelectual o escritor implica jamás estar al margen de la vida política.

Durante el anuncio del Nobel, se pronunció contra el recorte de las libertades para mujeres en algunos países occidentales (reflejado en la restricción del derecho al aborto) y lamentó el auge de la extrema derecha.

Lazo con México

En 2019, Annie Ernaux estuvo en México, donde visitó la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y también se encontró con su traductora y editores españoles. La contemplación de Los orgullosos (1953), película dirigida por Yves Allegret y Rafael E. Porras y filmada en tierra azteca, le despertó gran interés por el país.

Otro de sus acercamientos fue la novela La serpiente emplumada, de D. H. Lawrence, fruto de la estancia que este autor tuvo junto a su mujer en México.

Durante su aparición en la FIL Guadalajara, la escritora comentó sobre su obra: “La autobiografía no tiene un sentido clásico. Para mí, en Francia vimos el nacimiento de la autobiografía en el siglo XVIII, con Jean-Jacques Rousseau. A partir de entonces, hasta hace 30 o 40 años, en la autobiografía se narraba la historia de alguien que contaba su propia vida. Es una definición evidentemente muy amplia, en la cual yo jamás me sentí reconocida”.

Leer más de Cultura

Escrito en: Annie Ernaux

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

(AGENCIAS)

Clasificados

ID: 2131896

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx