(EFE)
Doce personas, seis hombres y seis mujeres, fallecieron en un ataque armado la noche del sábado en un bar del centro de México, anunciaron las autoridades.
El incidente se registró las cerca de las 8 de la noche en un bar del municipio de Irapuato, estado de Guanajuato, donde un grupo armado ingresó al local y comenzó a disparar a los presentes.
En la balacera murieron seis hombres y seis mujeres y otras tres personas resultaron heridas, indicó en un comunicado la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Irapuato.
Tras el tiroteo las fuerzas policiales y militares iniciaron una operación de búsqueda en la zona para tratar de localizar a los responsables del hecho.
El ataque ocurre a menos de un mes de otro violento evento que se registró en un billar del municipio de Tarimoro, estado de Guanajuato, donde murieron 10 personas baleadas.
Guanajuato es uno de los seis estados, junto con Michoacán, Baja California, Estado de México, Jalisco y Chihuahua, que concentra la mitad de los homicidios del país. Entre enero y septiembre se acumularon más de 20.000 homicidios en México.
El Congreso, de mayoría oficialista, finalmente aprobó esta semana una reforma constitucional para extender hasta el 2028 la permanencia de los militares en las calles en labores de seguridad pública, una decisión que ha sido rechazada por organizaciones humanitarias y opositores que consideran que la iniciativa profundiza la militarización del país y representa un riesgo a los derechos humanos. Por ser una reforma constitucional, ahora deberá ser avalada por más de la mitad de los 32 congresos estatales antes de ser promulgada por el Ejecutivo.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, que por años defendió que los militares debían retornar a los cuarteles, en los últimos meses cambió de posición con el argumento de que se requiere que las fuerzas armadas continúen en labores de seguridad pública para hacer frente a las poderosas organizaciones criminales.
Desde 2006 los militares y marinos mexicanos fueron enviados a las calles para realizar labores policiales y combatir el crimen organizado.
A pesar del amplio despliegue de la Guardia Nacional, que en septiembre pasó al control del Ejército, y otras fuerzas militares en diferentes estados del país, las acciones de los grupos delictivos no se han logrado contener.