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Este martes, una nueva ronda de ataques de misiles golpeó la ciudad de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, mientras la cifra de muertos en la ofensiva generalizada del día anterior con misiles rusos se incrementaba a la par de las afectaciones en todo el país.
Además, esta nueva escalada del conflicto, provocó otra condena de la comunidad internacional contra la nación gobernada por Vladimir Putin.
LAS CLAVES DEL ATAQUE
De acuerdo con datos del ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, desde el lunes y hasta esta mañana de martes 11 de octubre (tiempo de México), han sido atacados con misiles 199 objetivos, de los cuales 46 eran viviendas unifamiliares, 30 eran bloques de apartamentos y 98 eran edificios públicos e infraestructuras como hospitales, escuelas y guarderías.
La oleada de ataques que comenzó ayer ha dejado ya un total de 19 civiles muertos y de 108 heridos, informó a su vez el director de la Policía Nacional de Ucrania, Ihor Klymenko, en declaraciones televisadas.
Los ataques afectaron también la producción y distribución de electricidad, y ciudades como Leópolis (oeste) se quedaron sin luz durante un tiempo, mientras que el presidente, Volodímir Zelenski, instó a los ciudadanos a ahorrar energía para no sobrecargar la red.
Desde el 10 de octubre, las fuerzas rusas atacaron objetos de infraestructura crítica y civil en 12 regiones del país y en Kiev, provocando más de 30 incendios, según los funcionarios.
En otras zonas de Ucrania, Rusia bombardeó la infraestructura energética en los distritos de Pavlograd y Kamian, de la región de Dnipropetrovsk, según el jefe regional, Valentyn Reznichenko, en declaraciones recogidas por la agencia Ukrinform.
"El ataque enemigo duró más de 5 horas. Los rusos atacaron con misiles la infraestructura energética en los distritos de Pavlograd y Kamian. Hay una destrucción grave. Muchas localidades quedaron sin electricidad", dice la publicación.
Más de 300 localidades ucranianas en las regiones de Kiev, Leópolis, Sumy, Ternopil y Khmelnytsky siguen sin electricidad después del ataque masivo de Rusia, informó por su parte el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania.
REACCIÓN LOCAL E INTERNACIONAL
Al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, afirmó que los ataques contra infraestructuras energéticas forman parte de una estrategia deliberada de Moscú para castigar a los civiles.
"Los objetivos primarios de los ataques rusos son instalaciones energéticas. Golpearon varias ayer y hoy lo han hecho de nuevo con las mismas y con otras nuevas", escribió en su cuenta de Twitter.
"Son crímenes de guerra planificados con antelación con el objetivo de crear unas condiciones insoportables para la población civil. Es la estrategia deliberada rusa desde hace meses", agregó el ministro.
Al exterior de Ucrania, Alemania prometió más apoyo a ciudades y poblados que alojen a los más de 1.1 millones de migrantes y refugiados que han llegado al país este año, la mayoría de Ucrania, pero también de otros lugares como Siria y Afganistán.
Tras reunirse con funcionarios locales y estatales, la ministra del Interior, Nancy Faeser, declaró que, si bien el gobierno ya ha dado alojamiento para decenas de miles de refugiados, daría propiedades adicionales para otros 4,000. También prometió apoyo financiero, pero no dio cifras específicas.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, adoptó "nuevas disposiciones para ayudar militarmente a Ucrania" tras los ataques rusos, anunciaron esta madrugada fuentes del Elíseo.
Macron se reunió de urgencia con el ministro de Defensa, Sebastien Lecornu, y con la titular de Exteriores, Catherine Colonna, para evaluar la situación.
Al término del encuentro, ya en la madrugada del martes, fuentes del Elíseo anunciaron que "el presidente ha tomado nuevas disposiciones para ayudar militarmente a Ucrania y para ayudar a las necesidades de su población". Sin embargo, no ofrecieron detalles acerca de esa nueva ayuda militar a Kiev.
En el Reino Unido, se adelantó que la primera ministra británica, Liz Truss, defenderá en un encuentro virtual del G7 la necesidad de convocar una reunión "urgente" de los líderes de la OTAN para abordar el desarrollo de la guerra en Ucrania, según Downing Street, su despacho oficial.
Finalmente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó los bombardeos a gran escala de Rusia y prometió que el mandatario ruso, Vladímir Putin, rendirá cuentas por las "atrocidades" cometidas durante la guerra.
"Estados Unidos condena firmemente los ataques rusos con misiles en Ucrania, incluida Kiev. Estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar", criticó el presidente estadounidense en un comunicado.
RESPUESTA DE RUSIA
Desde Rusia, el viceministro ruso de Exteriores, Sergei Ryabkov, advirtió que la asistencia militar occidental a Kiev, que incluye instruir soldados ucranianos en países de la OTAN y proporcionar a Ucrania datos de satélite en tiempo real para atacar a fuerzas rusas, ha “arrastrado cada vez más a las naciones occidentales al conflicto en el bando del régimen de Kiev”.
“Rusia se verá obligada a tomar contramedidas relevantes, incluidas las asimétricas”, afirmó Ryabkov en declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias RIA-Novosti.
Aunque Rusia no está “interesada en un choque directo" con Estados Unidos y la OTAN, señaló, ”esperamos que Washington y otras capitales occidentales sean conscientes del peligro de una escalada incontrolable".
