Según la última estadística del seis de agosto, en total son dos mil 595 del sexo masculino y tres mil 649 del sexo femenino. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La Secretaría de Salud en Durango reportó un total de seis mil 244 pacientes atendidos por hipertensión arterial durante 2022.
Se trata de dos mil 595 personas del sexo masculino y tres mil 649 personas del sexo femenino, de acuerdo con la estadística actualizada al seis de agosto.
A nivel país, son 334 mil 833 las personas atendidas por hipertensión arterial durante el periodo de referencia, de las cuales, 144 mil 182 son varones y 190 mil 651 son mujeres.
Se estima que, menos de la mitad de los adultos con hipertensión, el 42 por ciento, son diagnosticados y tratados, mientras que aproximadamente uno de cada cinco adultos tiene la enfermedad bajo control.
De igual forma, el 46 por ciento de los adultos con hipertensión no saben que tienen la enfermedad, ya que en ocasiones no presenta signos o síntomas de advertencia. La presión arterial alta ejerce presión adicional sobre los vasos sanguíneos y los órganos principales como; el corazón, el cerebro y los riñones siendo la principal causa de enfermedades cardiovasculares, lo que lleva a ataques cerebrales y cardiacos. Se cree que causa 7.5 millones de muertes al año en todo el mundo.
El sobrepeso y la obesidad son de las principales causas que pueden aumentar la presión arterial, subiendo los niveles de glucosa en la sangre, colesterol, triglicéridos y ácido úrico, dificultando que la sangre fluya por el organismo.
Una dieta adecuada, baja en sal, un control de peso y realizar actividad física constante son fundamentales para el control de la tensión arterial.
Cuando los síntomas ocurren, pueden incluir: dolor de cabeza, hemorragias nasales, ritmos cardiacos irregulares, visión borrosa, mareo, zumbidos de oídos, nerviosismo y cansancio.
En una condición severa, la enfermedad puede causar fatiga, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor en el pecho y temblores musculares.
La hipertensión es un "enemigo silencioso", la mayoría de las personas con el padecimiento pueden no tener signos o síntomas de advertencia.