El Gobierno de México solicitó el establecimiento de un panel para resolver las diferencias de interpretación con Estados Unidos en las reglas origen de los vehículos fabricados en la región, contenidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). (ARCHIVO)
El Gobierno de México solicitó el establecimiento de un panel para resolver las diferencias de interpretación con Estados Unidos en las reglas origen de los vehículos fabricados en la región, contenidas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La Secretaría de Economía destacó que "la etapa de consultas no alcanzó la resolución de la controversia", por lo que México presentó "una solicitud de establecimiento de un panel conforme al párrafo 1 del Artículo 31.9 (Establecimiento de un Panel) del T-MEC".
En agosto, México solicitó el inicio de consultas con el Gobierno de Estados Unidos, en una petición a la que después se sumó Canadá.
Los tres países tenían un periodo de 75 días para poder resolver sus diferencias, algo que no sucedió.
Las reglas de origen en el sector automotriz establecen que, para ser exportados sin aranceles, los vehículos deben contener un 75 % de sus partes fabricadas en la región de Norteamérica.
Sin embargo, de acuerdo con México y Canadá -que, a diferencia de los mexicanos, no ha convocado al panel- Estados Unidos cuenta con una metodología mucho más estricta para determinar el origen de las autopartes.
"Esta solicitud se realiza con la finalidad de evitar o resolver una posible controversia sobre la manera en la que el Gobierno de los Estados Unidos de América, por su interpretación, está imponiendo ciertos requisitos a los productores de vehículos automotores", apuntó México el pasado agosto.
De acuerdo con el comunicado de este jueves de la Secretaría de Economía, una vez presentada la solicitud se designarán los integrantes del panel, que deberá emitir un calendario.
La decisión debería llegar este mismo año, según lo establecen los plazos en el T-MEC.
El nuevo acuerdo comercial entre los tres países se firmó el pasado 1 de julio de 2020, luego de que el entonces presidente estadounidense Donald Trump decidiera finiquitar el antiguo TLCAN.
No es la primera vez que México externa sus diferencias con la interpretación de Estados Unidos del T-MEC.
En diciembre, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, amenazó con "todo tipo de represalias" comerciales contra Estados Unidos si ese país aprueba créditos fiscales para vehículos eléctricos fabricados en territorio estadounidense porque, a su juicio, estaría vulnerando el tratado.
De igual forma, Estados Unidos se ha quejado en varias ocasiones de que México no ha cumplido con la parte del documento en donde se pide la libre asociación de trabajadores en sindicatos.
Los estadounidenses han acusado al Gobierno mexicano de no respetar esa parte del acuerdo en distintas fábricas automotrices de empresas estadounidenses, como la de General Motors en la ciudad mexicana de Silao, en el estado central de Guanajuato.