Este domingo se bordará una nueva estrella en el escudo. Francia y Argentina buscan pasar a la historia en un escenario ideal. Único. Messi y Mbappé enmarcan un duelo para el cambio de estafetas, en el que por un lado, uno busca el título negado hace ocho años que dejaría su vitrina cerrada. Y por el otro, un joven de 23 años con hambre suficiente para comerse al mundo, los récords y el bicampeonato.
Ya se jugaron las dos semifinales y sentimos que Qatar se nos va. Pero todavía quedan dos partidos. Uno, el más espectacular, se jugará este domingo a las 9 de la mañana. El otro, el que nadie quiere jugar, se disputará el sábado a la misma hora. Argentina - Francia y Croacia - Marruecos, respectivamente, cierran la última Copa del Mundo como la conocemos, con 32 selecciones.
'La Scaloneta' enfrentó en 2018 a su rival del domingo en los Octavos de Final del Mundial pasado, en uno de los mejores duelos de ese torneo. 4-3 para los galos con una exhibición de Mbappé: doblete y un penal conseguido que hizo bueno Griezmann para abrir el marcador. Y cómo olvidar el golazo de Pavard de tres dedos que besó suavemente la red, o el tanto de Di María de fuera del área para igualar el marcador. Teniendo ese antecedente, más los condimentos que ya sabemos, esta es una Final ideal.
Esos condimentos no son solo lo que mencionábamos de Kylian o Leo, sino que justamente a este partido llegan empatados varios jugadores en las estadísticas importantes. Por ejemplo, Griezmann y Messi llegan con tres asistencias cada uno. En el goleo también hay empate, justo Mbappé y Messi igualan en lo alto con cinco anotaciones cada uno (aunque detrás vienen Giroud y Julián con cuatro), y el título posiblemente definirá al mejor jugador del torneo. Para el Guante de Oro casi que no hay dudas en que será para Livakovic, aunque estos partidos pueden cambiar el rumbo para los tres arqueros restantes.
Otro aspecto por considerar es la experiencia en duelos de esta magnitud: solo Messi sobrevive de la Final contra Alemania en 2014. En tanto, para Francia repiten escenario Lloris, Varane, Griezmann, Mbappé y Giroud. A eso contemplemos que Deschamps no pudo contar con jugadores como Pogba, Kanté o Lucas, que también estuvieron en frente a Croacia en 2018. Si bien eso podría jugar en contra de los sudamericanos, es cierto que esta generación es diferente a las demás que ha tenido Argentina. Se les ve unidos y sin presión dentro y fuera del campo. Recordemos que es la generación que ganó la pasada Copa América a Brasil y en el Maracaná.
Pronóstico reservado. Alta tensión. Y un partido que terminaría debates intrascendentes y generaría otros todavía más innecesarios. ¡A disfrutar que esto es una vez cada cuatro años!
