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El Banco Mundial (BM) aprobó una donación de 3,5 millones de dólares para apoyar un programa del Gobierno de Panamá que promueve la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible en áreas rurales del país centroamericano, informó este sábado la oficina regional del multilateral.
Los recursos donados pertenecen al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y están dirigidos al Proyecto para el Desarrollo Rural Sostenible y Conservación de la Biodiversidad, que se desarrollará durante cuatro años a un costo total de 10,01 millones de dólares.
El monto total prevé la donación de 3.51 millones de dólares del FMAM, mientras que los 6.5 millones adicionales provendrán de cofinanciamiento, incluyendo contribuciones directas del Ministerio de Ambiente (Miambiente) de Panamá, una línea de crédito puesta a disposición por otras instituciones financieras y contribuciones de los propios beneficiarios, de acuerdo con la información oficial.
El director del Banco Mundial para América Central y la República Dominicana, Michel Kerf, afirmó que el proyecto "tendrá un impacto ambiental positivo en la conservación y manejo de la biodiversidad en torno a las Áreas Nacionales Protegidas y de Biodiversidad Clave de Panamá".
También "en la promoción de actividades para la generación de ingreso en comunidades rurales y a favor de grupos vulnerables, tales como poblaciones indígenas y afrodescendientes que son parte fundamental de nuestro trabajo”, agregó.
El BM indicó que cerca de 20 mil panameños residentes en áreas rurales se verán beneficiados indirectamente por una mejor conservación de la biodiversidad y gestión de los recursos naturales y productivos.
El proyecto apoyará la investigación, generación de conocimientos y difusión del valor intrínseco de la biodiversidad en Panamá, y ayudará a las organizaciones de productores rurales y comunidades locales a desarrollar actividades económicas sostenibles a través de Alianzas Productivas.
Las inversiones se centrarán en agricultura orgánica, agroforestación y sistemas silvopastoriles; ecoturismo con prácticas como mejora de los sistemas de energía, agua y residuos en las instalaciones para visitantes, y fortalecimiento de cadenas de valor, incluidos procesos de certificación de productos orgánicos y amigables con la biodiversidad.
Para contribuir a una mejor inclusión económica, se tendrá como objetivo un nivel mínimo de participación por parte de beneficiarios mujeres (40 %) y grupos indígenas (25 %), precisó el multilateral.