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Las fuertes caídas sufridas por la Bolsa de Estambul desde la semana pasada han puesto en alerta a los organismos de control, que se reunieron este martes con las entidades de corretaje financiero para analizar la situación, informa este martes el diario turco Habertürk.
Este lunes la Junta de Mercados Financieros anunció que iba a mantener un control continuo sobre personas jurídicas y naturales que actúan en la Bolsa para impedir movimientos de ruptura del mercado.
El índice BIST-100, que reúne las cien empresas de más valor que cotizan en la Bolsa de Estambul, ha caído casi un 14 % en siete días, hasta los 3,199 puntos en que cerró la víspera, con una perdida intradía del 5 %.
La Bolsa activó el pasado miércoles la prohibición de vender acciones si antes no ha habido un movimiento del precio al alza, norma que sigue vigente.
Tras la caída del lunes, el BIST-100 ha experimentado este martes una recuperación del 3 %, con altibajos durante toda la mañana.
Desde finales del año pasado, ese índice ha duplicado su valor, en una dinámica que los expertos atribuyen a que numerosos turcos compran acciones para proteger sus ahorros contra la fuerte inflación, actualmente en un 80 % interanual.
Además, la caída de la lira, que ha perdido un 45 % de su valor en los últimos doce meses, ha atraído a inversos extranjeros a un mercado extremadamente barato en términos de divisas.
El reciente descalabro viene después de un mes y medio de una subida extraordinaria, de un 45 % en el BIST-100 y un 59 % en el sector bancario de la Bolsa, que se debe a "algunos grandes jugadores con acciones de bancos públicos y privados y del sector inmobiliario", señala Habertürk.
Estos movimientos pueden suponer una "amenaza sistémica" a la Bolsa, lo que ha motivado la reunión urgente de agentes y órganos de control financiero, agrega ese diario.