(EFE)
En plena campaña electoral, el presidente brasileño Jair Bolsonaro ofreció el martes a su país como ejemplo a seguir en lo que respecta a la preservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible, y pintó un panorama rosado de la economía brasileña durante el discurso inaugural de la 77ma Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Brasil es parte de la solución y una referencia para el mundo”, declaró Bolsonaro en la sede de la ONU en Nueva York. “Dos tercios del territorio brasileño siguen cubiertos por vegetación nativa, la misma que había cuando Brasil fue descubierto en el 1500”.
“En la Amazonía brasileña”, agregó, “más del 80% de los bosques no han sido tocados, contrariamente a lo que dicen la prensa nacional e internacional dominante”.
Su gobierno, sin embargo, ha sido muy criticado por promover la deforestación en aras del desarrollo.
El mandatario afirmó que Brasil tiene una “economía en plena recuperación, con un alto nivel de empleo y bajas tasas de inflación. La pobreza ha aumentado en todo el mundo por el impacto de la pandemia (del coronavirus), (pero) en Brasil empezó a disminuir”. Dijo que bajo su gobierno la pobreza había disminuido “más de un 20%”.
En una alusión indirecta a la campaña electoral en su país, en la que libra una dura batalla con el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que “acabamos con la corrupción sistémica” en Brasil y que cuando la izquierda estuvo en el poder antes de su llegada al gobierno, “el nivel de endeudamiento de la compañía petrolera nacional llegó a 170 mil millones de dólares por malos manejos”.