(EL UNIVERSAL)
El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de "brutal" la cifra de feminicidios que ocurren al día en México, luego de que senadoras del PAN expusieran en sus escaños pancartas alusivas a la crisis de inseguridad en el país.
"Veo en sus pupitres -escaños- no un tema político sino transversal con la frase 'nos faltan ellas' y me imagino que tiene que ver con los feminicidios, 11 mujeres asesinadas todos los días acá en México, brutal. No naturalicemos este tipo de violencia, tenemos que combatirla en conjunto", expresó.
Por otra parte, en su discurso ante el Pleno del Senado, Boric exhortó a los senadores mexicanos a profundizar la democracia "porque en Chile lo decimos con mucho orgullo: cuando tenemos problemas de convivencia, cuando tenemos diferencias entre los diferentes sectores políticos, los problemas de nuestra patria los solucionaremos siempre con más democracia y no con menos".
Ante el pleno del Senado y el aplauso de senadores de oposición por su discurso y quienes le recordaron con pancartas y consignas la propuesta del presidente López Obrador para desaparecer el INE, respondió: "no me corresponde a mi involucrarme en política interna".
"No podemos mirar para otro lado ante los presos políticos de Nicaragua", subrayó en medio de una ovación de legisladores oposición y momentos después de que senadores del Grupo Plural mostraron una gran manta con la leyenda: "Boric no protege asesino en Nicaragua como AMLO".
"No podemos mirar para otro lado ante la crisis que se está viviendo en Haití", dijo el joven mandatario y exlíder estudiantil chileno quien agradeció al pueblo mexicano su solidaridad con el exilio de su país después del golpe militar contra Salvador Allende.
"No podemos mirar para el lado cuando en cualquier país de América Latina se violan los derechos humanos", insistió y aclaró: "Acá yo no vengo acá a dictar cátedra, en nuestro país también hace poco sufrimos violaciones a los derechos humanos y sabemos que acá en México también la han sufrido muy fuerte".
Dijo que en Chile "hemos aprendido que cuando se violan los derechos humanos en América Latina uno no puede callar".