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Un total de 70 sacerdotes católicos han sido asesinados en México de 1990 a la fecha, de acuerdo con datos de la Unidad de Investigaciones Especiales del Centro Católico Multimedial.
De acuerdo con el documento, los años en los que más asesinatos se registraron fueron en el 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, período en el que el país vivió una de las crisis de inseguridad más álgidas, luego de que el gobierno federal emprendiera una lucha contra el narcotráfico.
En dicho período, perdieron la vida entre cinco y seis sacerdotes al año, en diferentes circunstancias.
En el 2010, año en el que se registraron seis asesinatos, perdieron la vida: José Luis Parra Puerto, de 50 años, un 27 de abril por dos individuos que lo interceptaron al salir de una reunión. Su cadáver fue encontrado al interior de una camioneta en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México; el segundo fue Florentinoro Carmona Méndez, de 67 años, asesinado el 27 de abril por contusiones múltiples; el móvil según autoridades locales, fue robo a la parroquia del Espíritu Santo de Xalapa, Veracruz.
Un tercer caso es el del presbítero Carlos Slavaro Wotto, 83 años. Lo torturaron y lo asfixiaron. Los asesinos saquearon la casa parroquial. El sacerdote era párroco del templo de Nuestra Señora de las Nieves, en Antequera, Oaxaca.
Francisco Escamilla Sánchez, director del colegio Instituto Marista México, de 42 años, asesinado el 2 de febrero. Fuentes cercanas a la víctima aseguran que se enfrentó a una mafia que obligó a las escuelas particulares de la Ciudad de México a contratar el servicio de camión obligatorio. El laico Sacristán, Víctor Cardoza Gómez, de 43 años de la Iglesia de Santa Cecilia, colonia San Felipe del Real, en Ciudad Juárez, Chihuahua, fue asesinado el 4 enero de 2010.
