(ESPECIAL)
Rusia aseguró hoy que China puede adoptar las medidas necesarias para defender su soberanía e integridad territorial después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de EUA, Nancy Pelosi, visitara hoy Taiwán, lo que Moscú considera una "clara provocación".
"Vemos la visita como una clara provocación en línea con la agresiva política de EUA para contener multilateralmente a China", dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, en un comunicado.
Por ello, agregó, "la parte china está en su derecho de adoptar las medidas necesarias para la defensa de su soberanía e integridad territorial en el asunto de Taiwán".
"Consideramos que las relaciones entre las partes en el estrecho de Taiwán son un asunto exclusivamente interno de China", agregó.
Subrayó que para Moscú "existe sólo una China y el chino es el único Gobierno legítimo que representa a toda China, y Taiwán es parte inalienable de China".
"Instamos a Washington a abstenerse de acciones que minen la estabilidad regional y la seguridad internacional y admita la nueva realidad geopolítica en la que ya no hay espacio para la hegemonía americana", afirmó.
Y también recordó que el pasado 4 de febrero el presidente ruso, Vladímir Putin, en su reunión en Pekín con su colega chino, Xi Jinping, se mostró "en contra la independencia de la isla".
Minutos después de aterrizar, Pelosi aseguró en Twitter que su visita "honra el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con el apoyo a la vibrante democracia taiwanesa" y "no contradice las políticas mantenidas desde hace un largo tiempo" por su país.
China llevaba días advirtiendo de que respondería con contundencia y sin excluir acciones militares a la presencia de la política estadounidense en la isla al considerarlo de facto una muestra de respaldo a la independencia del territorio.
El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, condenó esta misma jornada la "deplorable traición" de Estados Unidos en la cuestión de Taiwán, vaticinó que la actuación del país norteamericano "perjudicará su credibilidad a nivel internacional" y calificó de "línea roja" para China el principio de 'una sola China'.