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La Comisión Europea (CE) puso el acento sobre el impacto que la invasión rusa de Ucrania y la sequía en partes del club comunitario está teniendo en los mercados agrícolas, en un nuevo informe sobre las perspectivas a corto plazo para el sector publicado este jueves.
Bruselas señaló que las consecuencias de la guerra siguen afectando a los mercados globales de productos básicos y "representando una gran amenaza para la seguridad alimentaria global".
En un comunicado, indicó que en un contexto de recuperación tras la pandemia "ya marcado por desafíos en el equilibrio de mercado y subidas de precios, (la guerra) genera inestabilidad e incertidumbre adicionales".
"La agricultura ucraniana se ve directamente afectada a lo largo de toda la cadena de suministro, desde la producción hasta el comercio, lo que mantiene la presión sobre el suministro mundial de cereales y oleaginosas", expuso la CE.
En la UE, mientras tanto, la producción de cereales se ve afectada por la sequía "en varias regiones".
Se espera que la producción total de cereal en los Veintisiete alcance los 286.4 millones de toneladas, un 2.5 % menos que en la temporada 2021/2022.
Sin embargo, las reservas existentes "ayudarán a satisfacer las necesidades del consumo interno y parte de la demanda de exportación, que se espera que permanezca alta a la vista de las presiones sobre los mercados globales".
La Comisión apuntó que los precios de los cereales permanecen "muy altos y volátiles" por la incertidumbre sobre el nivel global de suministro causada por la guerra en Ucrania, "lo que agravó aún más los altos precios de la energía y los fertilizantes y la demanda de alimentos para animales después de la COVID-19".
La medida que permite cultivar en las tierras en barbecho dará como resultado que la producción de semillas de girasol en la UE alcance esta temporada un récord de 11.1 millones de toneladas.
Bruselas añadió que el sector cárnico y lácteo afronta "sus propios desafíos" con brotes de enfermedades y altos precios de los piensos.
"No obstante, la disponibilidad de alimentos en la UE no está en riesgo", constató la CE.
Los precios de producción para los agricultores permanecen altos por la "incertidumbre" que genera la agresión rusa contra Ucrania y los elevados costes de la energía, lo que está generando "un inevitable incremento en los costes de producción como la electricidad, el transporte, la refrigeración y la calefacción, así como los fertilizantes y otros insumos".
"Los precios globales agrícolas han crecido un 30 % desde el inicio de la invasión, aunque se ha observado cierta relajación en semanas recientes, vinculada en parte a la próxima cosecha", indicó el Ejecutivo comunitario.
Agregó que la subida de los precios de producción en los bienes agrícolas seguirá viéndose reflejada en los precios que tendrán que pagar los consumidores.
"Se espera que los consumidores europeos puedan pasar de los productos de mayor valor a los más baratos para controlar la inflación de los alimentos", asumió la CE.
En cuanto a la producción de aceite de oliva, continuó su recuperación con un aumento interanual del 11 %, hasta alcanzar casi los 2.3 millones de toneladas.
Aun así, la falta de lluvia en regiones de España e Italia, junto con la alternancia bianual en Portugal, "podría conducir a una disminución en la cosecha de aceite de oliva 2022/2023 de la UE", a pesar de que se espera cierta recuperación en Grecia.
En cuanto a la producción de vino en la temporada 2021/2022, se espera que descienda en un 3% hasta los 153 millones de hectolitros.