(ESPECIAL)
Hoy en día la hiperconexión ha invadido cada aspecto de nuestra vida, al punto de que no hay actividad que no se haya visto alterada en este último tiempo por internet. En ese sentido, las ventajas son infinitas, pero también lo son los riesgos que corremos a diario por brindar nuestros datos de manera inocente en la web.
En tiempos en donde la tecnología avanza a pasos agigantados podemos pensar en todo lo que estas innovaciones nos han brindado, pero también podemos ponernos serios y pensar también en los riesgos que corremos día a día al conectarnos a internet. Después de todo, gran parte de nuestra vida cotidiana se ha volcado allí: finanzas, trabajo, educación, ocio, información y mucho más.
Ante este panorama, los ladrones digitales suelen hacer grandes desastres si no nos tomamos en serio nuestra seguridad, ya que las estadas financieras, la suplantación de identidades y el robo de información sensible son solo algunos de los ataques más comunes de la actualidad. Si tenemos en cuenta que esas prácticas tienen lugar por errores evitables, podemos mejorar nuestra situación. A continuación, tres consejos que pueden servirte:
1) Utilizar una VPN
El boom de las VPN suele estar asociado a la necesidad de acceder a series y películas que no están disponibles en el catálogo de Netflix de nuestro país. Sin embargo, descargar VPN en realidad es tendencia debido a la necesidad de reforzar la seguridad en línea de nuestros dispositivos y aumentar la privacidad en nuestro tiempo en línea. Al volvernos invisibles, es mucho más difícil ser atacados… ¿pero cómo es posible ello?
Una VPN se encarga de transmitir en un túnel privado y encriptado toda nuestra información y actividad web para transmitirla de extremo a extremo a un servidor VPN ubicado en otro punto geográfico, generalmente en el exterior. Eso camufla nuestra ubicación y dirección IP, lo que nos vuelve prácticamente inaccesible no solo para los rastreadores geográficos de las plataformas de streaming, sino también para los ciberdelincuentes.
Además, una VPN puede ser la gran aliada para alguien que vieja con frecuencia: la necesidad de estar online en otro país crece y nos lleva a conectarnos a redes públicas con protocolos de seguridad deficientes. Una VPN refuerza esa área sensible.
2) Elegir autenticaciones de dos o más pasos
Es cada vez más frecuente que las aplicaciones y programas requieran a sus usuarios procesos de autenticación de dos o más pasos para ingresar a sus cuentas desde dispositivos nuevos, modificar contraseñas o simplemente ante cada nuevo inicio de sesión. Esta simple medida es vital para aumentar la seguridad.
Al sumar a la protección datos biométricos, como reconocimientos faciales, de huellas digitales o la sofisticada tecnología de iris de ojos, es mucho más difícil que nuestros datos e información se vena vulneradas. Este paso, a su vez, nos protege ante posibles robos de dispositivos.
3) No tomarse la elección de contraseñas a la ligera
Las contraseñas siguen siendo un punto vital para protegernos en línea. Ante filtraciones masivas de datos y exposición de cuentas, aquellas con contraseñas más débiles suelen ser las primeras en sufrir las consecuencias. Sin embargo, distintos estudios han demostrado que las combinaciones más fáciles y frecuentes siguen siendo las más utilizadas a pesar de que un hacker puede romperlas en apenas pocos segundos.
Utilizar herramientas como los gestores de contraseñas nos acerca a una seguridad robusta y eficiente ante las demandas del 2022. Estos programas nos ayudan a crear claves que superan los niveles de ataques más poderosos, dejando que nuestras cuentas y aplicaciones no queden en manos no deseadas.
