Tanto la inversión pública como privada se incrementaron con respecto al año pasado. (ESPECIAL)
La economía mexicana captó 3.3 billones de pesos por inversiones totales entre enero y marzo pasado, 5.6% más que en el mismo periodo de 2021, tras restar la inflación, de acuerdo con los recientes indicadores sobre la oferta y demanda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Del total, la iniciativa privada aportó 2.9 billones de pesos, es decir, casi nueve de cada 10 pesos invertidos en el país corresponden a este sector.
En tanto, la inversión pública ascendió a 433 mil millones de pesos, asociado con el gasto en obras claves del gobierno, sobre todo el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, inaugurado el pasado 21 de marzo.
Tanto la inversión pública como privada se incrementaron con respecto al año pasado, pero se encuentra 50.2% y 12.0% por debajo de su respectivo máximo histórico, destacó Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base.
En su opinión, la inversión es determinante para la recuperación, lo que implica que "México se está condenando a tasas cada vez más bajas de crecimiento económico".
Para James Salazar, analista económico de CI Banco, los recientes resultados de la inversión continúan mostrando la debilidad estructural de la formación bruta de capital. "No es un fenómeno exclusivo de la presente administración, pero en sentido estricto la inversión pública como la privada se mantienen en niveles bajos para las necesidades del país".
La suma de la inversión privada y pública se encuentra arriba de 20% del Producto Interno Bruto (PIB), pero se requiere que represente al menos 25% para potencializar el crecimiento de la segunda economía más grande de América Latina.
"La debilidad en la parte privada tiene que ver con el tema interno, con este cambio constante de reglas del juego, de los contratos, y el ambiente de poca certeza por parte de las instituciones", explicó.
Desde su punto de vista, el gobierno debe llevar a cabo acciones de política a fin de ofrecer un ambiente propicio para la puesta en marcha de nuevos proyectos.
En la parte del sector público, Salazar reconoció que hay ciertos proyectos prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador que impulsan la inversión, pero debido a las dificultades en recaudación por la menor actividad económica y la pandemia, se han llevado a cabo recortes en este tipo de obras.
En su opinión, la inversión física en el país va a seguir alrededor de los registros actuales, de modo que no será un catalizador que pueda convertirse en un detonante para mejorar los niveles de formación de capital.
No se ve un cambio por parte del gobierno, aunque sigue hablando de planes de infraestructura que no terminan de aterrizar, pero tampoco se vislumbran mejoras en las condiciones de cooperación entre el sector público y privado, afirmó Salazar.
Crece más consumo privado. El consumo privado se incrementó 7.2% entre enero y marzo con respecto al mismo lapso de 2021, superando el ritmo de la inversión.
En tanto, el consumo del gobierno apenas se expandió 0.8%, aunque acumula cuatro trimestres de avances.
Analistas de Banorte estiman que la inversión y el gasto de gobierno van a ser los componentes con menor crecimiento entre abril y junio de este año, considerando efecto base más retadores.
No obstante, no descartan que se puede mantener cierto impulso considerando que las recientes elecciones fueron el pasado 5 de junio, cuando típicamente se ve un sustento adicional, así como los esfuerzos por continuar con las obras clave del gobierno.
Instituciones consultadas por CitiBanamex esta semana mantuvieron su pronóstico de que la economía mexicana va a crecer 1.8% este año, tras expandirse 4.8% en 2021 y desplomarse 8.1% en 2020. Es decir, descartan que se recupere de la pandemia Covid durante 2022.
De las 34 instituciones encuestadas, el banco francés BNP Paribas es el más pesimista, cuya proyección indica un crecimiento del PIB de apenas 1.2% este año. En el otro extremo, como el participante más optimista, se encuentra el grupo suizo UBS, con una estimación de 2.3%.