(EFE)
El cuerpo del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe fue devuelto a Tokio el sábado, después de que el exmandatario muriera baleado cuando pronunciaba un discurso en un acto de campaña en el oeste del país.
Abe fue atacado en la ciudad de Nara y evacuado por aire a un hospital local, pero murió desangrado pese a un tratamiento de emergencia que incluyó enormes transfusiones de sangre. La policía detuvo en el lugar al agresor, un exmiembro de la marina japonesa, como sospechoso de asesinato. La policía confiscó el arma de fabricación casera que utilizó, y más tarde se encontraron más en su apartamento.
El asesinato de Abe antes de las elecciones parlamentarias del domingo conmocionó al país, donde se interpretó como una amenaza a la democracia y planteó un debate sobre si la seguridad que tenía Abe era adecuada.
El suceso también impactó a líderes mundiales, que expresaron sus condolencias. Muchos japoneses visitaron el lugar del ataque para dejar flores y rezar por el exmandatario, que seguía siendo influyente aunque había dejado el cargo en 2020.