el siglo de torreón/Érick Sotomayor
Eran solo 10 pequeños productores de maíz en Juchitán y Santa María Xadani quienes en 2006 se lanzaron a la aventura de mejorar la semilla de maíz nativo, conocido entre los campesinos zapotecas como xhuba huiini (zapalote chico); siete años después son 200 las personas que utilizan el método de conservación in-situ, es decir, en el lugar, para mantener viva esta raza única en el mundo.
El maíz zapalote chico, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), es una de las 59 razas nativas de maíz que existen en México.
Además, de acuerdo con Manuel Cabrera Toledo, investigador del Tecnológico Nacional de México, campus Comitancillo, a esta raza nativa se le han identificado 18 tipos; es decir, hay variaciones en 18 microclimas.
Es por ello que la organización Tona Taati' busca protegerla y mejorarla, pues la considera parte primordial de la identidad alimentaria de los pueblos que conviven en la franja ístmica.
De acuerdo con Tona Taati', se siembran entre 80 mil y 84 mil hectáreas de maíz zapalote chico por ciclo agrícola en la región del Istmo de Tehuantepec.