Este 12 de diciembre, la Danza Guadalupana de Layo cumplió 45 años de su conformación, y lo celebró como mejor lo saben hacer, danzando frente al altar que se instaló en la colonia El Foce, de Gómez Palacio.
Fue en la calle Benito Juárez casi esquina con Auza, donde se montó un gran altar a la Virgen Morena, el cual estuvo acompañado por fotografías de Claudio Guadalupe Ramos Luna, quien fuera capitán de la danza semanas antes de partir.
En su vestimenta, cada uno de los danzantes llevaba en su hombro derecho la fotografía de Claudio junto a su madre, quien a los pocos meses de su fallecimiento también murió.
Pero esos golpes no han sido impedimento para que Don Claudio Ramos, su padre e iniciador y actual capitán, continúe con la tradición de su madre, de quien heredara esa devoción a la Virgen de Guadalupe.
"Mi madre se llamaba Guadalupe Rodríguez, ella siempre llevaba danzas a Ciudad Juárez, Chihuahua", y fue en 1977, que cuando se mudó a Gómez Palacio, don Layo como lo conocen en su barrió inició con su propio grupo de danza.
Primero cuenta que fueron 50 los integrantes, que al conocer las reglas, solo quedaron 12. Pero con los años, el grupo creció y creció, así como su trabajo, pues cada vez más eran las llamadas que recibía para acompañar las celebraciones de algún santo.
"Aquí no se fuma, no se masca chicle, no se corre con la enagüilla, no se dicen malas palabras, aquí todos bien organizados y no se toma, porque aquí venimos a una devoción, no venimos ni a un juego ni a un baile", recalcó don Claudio.
POR SU SALUD
Don Layo solo le pide por su salud a la Virgen de Guadalupe, pues debe velar por los hijos de su hijo, así como los suyos que aún viven en Ciudad Juárez.
"Yo siempre le he pedido a mi Dios y a ella, y lo que le he pedido me lo ha realizado; le pido especialmente por mi salud, porque todavía me quedan los hijos de mi hijo y quiero seguir adelante", dijo con emoción.
Este año también fue especial, pues su hermana falleció no sin antes dejarle un diseño de los nuevos penachos que llevaría el grupo, el cual don Claudio lo hizo realidad en su memoria.
Y fue precisamente ese penacho, el que utilizaron en este aniversario, pues comentó que cada cinco años cambian su vestimenta, y en este año fue de una forma emotiva.
La Danza Guadalupana de Layo cumplió este 12 de diciembre, 45 años de servicio. (FERNANDO COMPEÁN)