La mejor manera de resolver las dudas es mediante la asesoría de un especialista en la materia. (ARCHIVO)
Los últimos días de diciembre brindan la oportunidad ideal para reorganizar distintas esferas de la vida, incluida la financiera, así como para comenzar a planear desde cero y establecer objetivos en vísperas de un nuevo año.
En este contexto, Zurich México, aseguradora especialista en gestión y prevención de riesgos, comparte cinco puntos clave a tomar en cuenta si se tiene un seguro. El primero es conocer los términos. Al tratarse de instrumentos financieros de carácter legal, es muy importante conocer cuáles son los términos comunes cuando hablamos de seguros. Estar familiarizados con conceptos como póliza, cobertura, prima, suma asegurada, exclusiones o deducible; esto sentará las bases para evaluar de manera más consciente si la opción que se ha adquirido es la que más conviene, además de estar mejor preparados si alguna vez se presenta una emergencia donde requiera hacer válido nuestro seguro.
El segundo, estudiar la póliza. Idealmente, un asegurado conoce a detalle las condiciones generales estipuladas en su póliza una vez que la contrata; no obstante, esto no siempre es así, ya sea porque se trata de un seguro empresarial que le fue otorgado al ser trabajador (como Gastos Médicos Mayores o Vida) o porque el seguro fue contratado por default al adquirir un bien, entre otros. Por ello, antes de que comience un nuevo año, es recomendable estudiar de nuevo la póliza y sus especificaciones, en especial sus exclusiones, para evitar complicaciones.
Como tercero, organizar los documentos. Es recomendable que cada año corrobore que los papeles relacionados con el seguro estén en orden, por ejemplo, que las carátulas tengan los datos correctos y los documentos de identificación oficial actualizados, así como que existan respaldos digitales y físicos como copias, que estén guardados en sitios seguros y accesibles según se requiera, sea el auto, el hogar, la oficina o incluso la cartera en caso de contar con una credencial del seguro. Si estos documentos están en orden, los demás trámites resultarán más sencillos.
El cuarto sería calendarizar los pagos. Si es el primer año que cuenta con un seguro, será útil adquirir el hábito de realizar un presupuesto y calendarizar el pago de las primas. Otro aspecto a tomar en cuenta son las posibles modificaciones que sea necesario reportar a la aseguradora respecto al contrato; por ejemplo, tal vez existan coberturas que no haya necesitado antes y ahora sí, o viceversa, o que haya cambios en los beneficiarios en caso de matrimonio, divorcio, fallecimiento o nacimiento.
El quinto, aprovechar la asesoría. La mejor manera de resolver las dudas es mediante la asesoría de un especialista en la materia. Si bien algunas aseguradoras trabajan de manera directa, muchas otras lo hacen a través de intermediarios como son los agentes, quienes pueden orientar no solo al adquirir un seguro, sino durante el proceso y después de hacerlo si, por ejemplo, necesita asistencia vial o acceso a una red médica. Por ello, si aún no se ha hecho, se recomienda entrar en contacto con el intermediario para establecer un canal de comunicación.