(FOTOS: EL SIGLO DE TORREÓN)
Los 10 mil becarios que se dieron cita en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México para el evento de México Siglo XXI, recibieron con grandes aplausos al ingeniero Carlos Slim Helú, presidente de los consejos administrativos de Grupo Carso y América Móvil, quien simple y sencillamente compartió todo lo que sabe.
En su primera intervención, dirigió un mensaje motivacional haciendo hincapié en disfrutar la vida. “Dios perdona nuestros pecados, pero nuestro sistema nervioso no”, dijo.
Invitó a que se disfrute del presente de manera intensa y que el futuro sea un estímulo, porque al final, menciona, de la vida nos vamos sin nada, sin dejar pasar el deber de hacer un mejor país.
El empresario, hizo referencia al pesimismo, una actitud que no le ve otro camino más que la mediocridad.
“Cuando den no esperen recibir, un proverbio chino decía: ‘Queda aroma en la mano que da rosas’. Tengan mucho compromiso social, el sentido de responsabilidad y madurez alcanzando con esto la felicidad”, compartió.
Durante su charla con Arturo Elías Ayub, director general de Fundación TELMEX Telcel, Slim Helú reveló que es la vida misma lo que más lo hace feliz, y pese a un poco de negativa por el cuestionamiento sobre cuál era música favorita, se declaró un amante del rock, del mamo, la música clásica y los blues.
“Como bailábamos antes era otra forma de bailar”.
Al preguntarle sobre la creación de la Fundación, detalló:
“Platee que que hiciera becas porque hay muchos muchachos que nos les basta con que la universidad sea gratuita, sino que el transporte es caro, no te puedes ir de mosca en el tranvía; o no comen bien, llegan si comer, es impresionante, entonces es importante que tenga otros medios para que no sea una carga para la familia. Decidimos que las becas inclusive no fueran por ingreso, si el estudiante tiene recursos también logra la beca por sus méritos”.
Si hay algo que para Carlos Slim Helú se debe combatir, es la pobreza. Para él, las guerras deberían ser económicas.
“Les platicaba a mis hijos que cuando hablamos de la ciudad agrícola, (...), Tenía el ser humano un espíritu bélico para matar a los animales, y entre la gente en las tribus, y ahora ese espíritu bélico la sociedad moderna lo conduce en el deporte y en los mercados.
México es un país con 130 millones de habitantes, tenemos 50 o 40 millones de marginados. Esa pobreza, esa persona que no tiene educación y salud, que no tiene ingreso, es absurdo, si se le educa y tiene ingreso, se fortalece el mercado nacional”.
También se refirió al cambio climático, haciendo mención que es algo que el mundo ha enfrentado desde toda la vida, y que por desgracia es de esperarse que venga otra glaciación.
“Supuestamente ahora la industria lo ha incrementado (el calentamiento global), yo creo que hay que buscar el uso de energía renovables, sobre todo con el movimiento del mar.
Ha habido un error que no se formen fondos de inversión para comprar grandes terrenos en África, en Honduras, que se tenga CO2, y en lugar de quejarse pues buscar proteger eso, pero si son países que están marginando. (...) Hay que usar más energía renovables no contaminantes y buscar fondos que adquieran unidades forestales para que las cuiden y tener más investigación para resolver”.
Habló de los Derechos Humanos:
"Hay un hueco enorme. Hay que fortalecer. La movilidad social debería ser un derecho humano. Muchos de los egresados de la UNAM sus papás nunca tuvieron una carrera, los míos no. Hay que respetarlos. Las leyes y los asuntos legales y la justicia, si una ley no es justa, hay que cambiarla”.