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El PIB ruso se contrajo un 0.4 % en el primer semestre en comparación con el mismo periodo del año anterior debido a las sanciones occidentales sin precedentes impuestas a Rusia por su intervención militar en Ucrania, según las estimaciones preliminares de la agencia federal de estadística, Rosstat.
La economía rusa creció un 3.5 % interanual en el primer trimestre, pero entre abril y junio cayó un 4 %.
Los cálculos de Rosstat son ligeramente mejores que las estimaciones del Ministerio de Desarrollo Económico, que predijo un retroceso del 0.5 % del PIB entre enero y junio.
De contraerse el PIB también en el tercer trimestre, la economía rusa entraría en una recesión, aunque ésta, según las proyecciones del Gobierno, sería menos aguda de lo previsto inicialmente.
Hace dos semanas, el Ejecutivo dirigido por Mijaíl Mishustin presentó a la comisión presupuestaria un borrador con nuevas previsiones macroeconómicas en el que rebajó la caída del 7.8 % augurada en mayo para el conjunto del año al 4.2 %.
El Banco Central de Rusia cree que la contracción se situará en entre un 4 % y un 6 %.
Sin embargo, esta semana el primer viceprimer ministro de Rusia, Andréi Beloúsov, aseguró que la caída del PIB se quedará por debajo del 3 % a finales de año.