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La economía rusa se contrajo un 4.1 % en agosto, una leve mejoría en comparación con los tres meses anteriores, según informó el Ministerio de Desarrollo Económico.
El PIB se había reducido un 4.3 % en julio, un 5 % en junio y un 4.5 % en mayo, debido a las sanciones adoptadas por Occidente tras el inicio de la campaña militar rusa en Ucrania.
El Ministerio destaca en su informe sobre la situación económica que el mes pasado la industria extractora y la construcción mantuvieron sus índices de crecimiento. A esto hay que sumar la mejoría de la dinámica en el sector agrícola, añade.
El Gobierno ruso ha pronosticado una contracción a final de este año del 2.9 %, aunque los expertos predicen una caída del 4.3 %.
El PIB ruso creció un 3.5 % en el primer trimestre y cayó un 4 % en el segundo trimestre.
A mediados de septiembre el presidente ruso, Vladímir Putin, defendió que la economía nacional había soportado la presión de las sanciones y mostraba signos de estabilización e incluso crecimiento.
No obstante, la economía rusa podría verse duramente afectada por la inminente anexión rusa de los territorios ocupados por su Ejército en el Donbás y el sur de Ucrania, lo que podría provocar una nueva tanda de sanciones occidentales.