Hace cuatro años, la vida de Luis Fernando Caldera dio un giro inesperado. Hasta entonces soñaba con ser militar pero los planes cambiaron. El cáncer llegó pero no lo detuvo, solo lo obligó a cambiar de sueños. Ahora es un barbero y no hay diseño que lo detenga, pero sí lo obliga a mantenerse a la vanguardia para dar gusto a las exigencias de sus clientes.
Tiene 20 años y dos de experiencia con las tijeras, navaja y máquina para dar formas de las más sencillas hasta las más exóticas en el cabello de sus clientes de casi todas las edades.
Desde su barbería familiar, porque no solo él se dedica a esta profesión, sino también sus padres, su hermana mayor e incluso su pequeña hermana de 13 años, que ha iniciado con este gusto, cuenta cómo es que su vida cambió de un momento a otro.
A los 16 años, recuerda, una molestia lo obligó a acudir al médico, "en busca de una pastilla para el dolor", dijo. Sin embargo, las noticias no fueron buenas. Una bolita se encontraba en la parte posterior de su rodilla derecha. Los médicos le diagnosticaron cáncer y los pronósticos por mantener su pierna no fueron alentadores.
Aunque su familia luchó porque no se perdiera su pierna derecha, hace dos años fue necesaria la amputación.
"Fue algo que ya me esperaba… y me estuve mentalizando durante ese tiempo, ya algo de lo que podría pasar, no quería pero era lo más probable. A mis 18 años me amputaron la pierna. Mi meta era ser militar, metí papelería y todo, estaba por terminar la prepa, a mediación sucedió lo del cáncer y se terminó ese sueño y empecé con otro", contó desde el sillón de su barbería.
En su lucha contra esta enfermedad ha perdido grandes amigos, como Brandon, a quien recuerda con mucho cariño. Compartió que él tenía casi su misma edad y se enfrentaba contra el mismo problema, hecho que los unió aún más. Pero hace un año, perdió la batalla.
"A él lo conocí en el Seguro Social, a mí me internaban de cinco a seis días por mes, pasaban 21 días y me volvían a internar, ahí en el seguro fui conociendo a más gente. He perdido como 4 amigos, por cuestiones distintas, pero Brandon tenía exactamente lo mismo que yo, así es que había esa conexión, como de que échale ganas, sí se puede… no lo pude levantar", dijo con tristeza.
"Por eso es importante levantarse, porque si nos dejamos caer nos va peor", agregó el joven barbero.
APOYO FAMILIAR
Su familia ha sido pieza fundamental para mantener esa energía. Luis dijo que hasta hace unos años su papá también de nombre Luis, era yesero y en algún momento de su vida fue elemento de Seguridad Pública de Torreón.
Pero con la intención de apoyar a su hijo, comenzó a prepararse como barbero para después, enseñarle a su único hijo varón, todo lo necesario para que ambos se dedicaran a esta profesión.
Poco a poco Luis comenzó a tomarle cariño a las tijeras y peine, tanto que en sus ratos libres, los dedica a ver tutoriales para mantenerse actualizado.
"Empezando era algo difícil, es algo complicado… y la verdad que sí le tomé cariño, me gustó", dijo.
El tener solo una pierna no ha sido impedimento para pasar largas jornadas de trabajo, unos minutos de descanso bastan para que retome energías y seguir.
"Ya estoy acostumbrado, tengo un banquito ahí, de repente me siento y sigo, por ejemplo en diciembre desde las 11 de la mañana que abrimos hasta las 9 de la noche gracias a Dios tenemos trabajo, ya se empieza a ver lo pesado. De hecho ayer (domingo) contratamos a dos personas que nos ayudaran porque sí está muy pesado, como regresaron a la escuela todos los niños, vinieron a cortarse el pelo de última hora... desde el sábado, todo lo que fue sábado y domingo fue mucha gente".
Tanto es su pasión, que participará en su primer concurso en el mes de septiembre, en el que aseguró no será fácil, pues reconoció que tanto Torreón como Gómez Palacio, sede del evento, cuenta con grandes profesionales, por lo que dijo, será necesario preparase al máximo y practicar.
LA BATALLA CONTINÚA
Luis Fernando cuenta que su batalla contra la enfermedad que terminó con unos sueños y lo obligó a cambiarlos por otros, sigue. Y es que si bien terminó la primera batalla, el cáncer reapareció meses después, ahora en sus pulmones.
Aunque por el momento decidió suspender cualquier tratamiento que le quite el tiempo y lo debilite, aseguró que acudirá a una nueva revisión para saber en qué condiciones se encuentra.
"Terminando lo de la pierna derecha se pasó a los pulmones, entonces, me cansé de quimioterapias, tratamientos y le estoy dando por mi cuenta. Sí fue una noticia dura para mi familia, sí fue algo que a lo mejor no estaban de acuerdo. Yo le digo a mi mamá, sabes que Dios es el mero bueno, aquí voy a vivir siempre que Dios quiera, me voy a alimentar bien, haciendo mis cosas, y voy a vivir, porque el estar en quimioterapias te detiene mucho, te corta en cuestión de tiempos, soy una persona que anda activa", dijo, pues recordó que con las quimioterapias era estar internado cinco días y pasarla más los cinco días, por lo que rechaza vivir así.
"No quiero vivir así, lo que Dios nos dé de vida lo voy aceptar y como venga".
La Barbería Luiz XV, en la que labora Luis con su familia, se localiza en Calle José Agustín 127, fraccionamiento San Agustín. (VERÓNICA RIVERA)